LITERATURA

«Escribimos por instinto, pero inevitablemente perdemos la inocencia»

El autor acaba de ganar el Premio de Poesía Ciudad de Córdoba por su «valiente» y «arriesgada» 'Ofelia y otras lunas' Javier Vela Escritor, crítico literario y articulista

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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«Un hallazgo». «Un autor con luz propia, valiente, arriesgado». «Uso excelente del lenguaje y personalidad extraordinaria». El jurado del XIX Premio de Poesía Ciudad de Córdoba Ricardo Molina ha decidido con una claridad meridiana que la última obra del escritor madrileño, aunque considerado gaditano, Javier Vela, sea la merecedora de este prestigioso galardón, reconocido con 12.000 euros y la publicación por parte de la editorial Hiperión de 'Ofelia y otras lunas', el título vencedor de entre las más de 260 publicaciones presentadas.

Dividido en dos secciones, 'Canción del cosmonauta', una poema largo de métrica libre inspirado en el personaje de Ofelia, pero adaptado a la realidad del autor; y 'Variaciones sobre una rama rota', una serie de textos de distinta naturaleza temática, el poemario constituye una nueva oportunidad para la reflexión, «una apuesta definitiva sobre la idea de que cualquier elemento de la vida cotidiana puede limarse a través del arte».

La muerte, el amor, el erotismo y el regreso a la patria figuran entre los tópicos literarios de este volumen, en el que el personaje femenino de Hamlet es el motor de arranque. «Ofelia adquiere un valor marcadamente simbólico y desde el que se despliegan todos los demás temas de la obra, interpretados según la propia experiencia personal».

«Se trata de una manifestación subjetiva de un mito muy elaborado, desde el propio Shakespeare, hasta Rimbaud. Ofelia tiene un papel muy decisivo en la obra de Shakespeare, porque supone la desaparición de un mundo que en ese momento era posible por la equivocación amorosa». 'Eres como el tapón del infinito. / Mujer que trae la lluvia, y el canto alegre de los padres huérfanos. /Aún estamos a tiempo de nunca dispersarnos por caminos duramente asfaltados. / Ahora que la mañana se restriega los ojos y deletrea mi nombre con labios extranjeros, / salgamos ahora, Ofelia, a conjurar el llanto'.

Además de la evocación amorosa, hay un tema central en el libro: el regreso al paraíso perdido. «Pero no entendido como una exaltación de lo pasado, sino como una proyección al futuro, que implica la reconstrucción del individuo», advierte Vela. El tema tiene como referente el ciclo troyano de los Nostoi o Regresos, es decir, la vuelta a casa de los héroes de la guerra de Troya. 'Mi casa eran los taxis ocupados con luz verde esperanza, / la psicodelia de la madrugada y el sueño sin riberas del amor. / Luego me fui, me fui para quedarme.'

Nueva línea estética

El escritor, traductor y articulista madrileño está acostumbrado a recibir el apoyo de la crítica. Con su poemario 'Imaginario' (2009) obtuvo el Premio Loewe a la Joven Creación y el premio a la crítica madrileña. En 2004, con 'La hora del crepúsculo' (Rialp), consiguió el Adonais y además, en ese mismo año, disfrutó de una beca de la Fundación Antonio Gala. Esos éxitos no desmerecen a la consecución del Ricardo Molina. Apenas unas horas después de la notificación, Javier Vela decía sentirse «muy feliz» porque un jurado formado por, entre otros, Pablo García Baena o Eduardo García Pérez, alaben su posición ante la escritura. «Podemos escribir siguiendo un instinto, pero eso no significa que inevitablemente se pierda la inocencia. Todos somos conscientes de lo que escribimos», subrayó.

A nivel literario, 'Ofelia y otras lunas' se inscribe, en palabras del autor, en la tradición lírica de Tennyson, con cuya obra comparte el tono lírico y vehemente o apasionado; y por otro, en el metalenguaje especulativo de Laforgue y Eliot, quien, no en vano, supo integrar en su obra las aportaciones de Whitman con las del propio Tennyson. «Remite igualmente al tronco general de la corriente simbolista francesa. Pero en el texto se aventura además una doble lectura no solo literaria, sino también científica, y que tiene que ver con la astronomía: un ámbito del conocimiento que, a menudo, guarda insospechadas relaciones con la literatura», destaca el colaborador de LA VOZ.

Pero la obra ganadora trasciende más allá de su propio contenido. 'Ofelia y otras lunas' continúa la brecha abierta con 'Imaginario', que rompía con la «manera de mirar más inocente, apolínea, retórica y recargada» propia de los libros anteriores.

Ese nuevo estilo, o mejor dicho esa evolución, ya le ha dado buenos resultados. Como parece que también se le está dando últimamente a la poesía. Se lo preguntamos a Javier Vela, si es casualidad o no que Nobel y Cervantes hayan sido otorgados a poetas. «A veces distinguimos demasiado entre géneros, y todos somos escritores y ya está. De todas formas, y sin restar mérito a la obra de Nicanor Parra, pienso que el Cervantes debería haber recaído en Fernando Vallejo, el prosista en lengua española vivo más atinado. Prefiero a escritores con una apuesta ética y estética más fuerte, como por ejemplo, Carlos Edmundo de Ory», defiende.

En cualquier caso, el escritor apunta que la lírica es un producto más de culto que de mercado, aunque cualquier actividad cotidiana está impregnado de reminiscencias líricas. Son también, pues, «buenos tiempos» para la creación. «Aunque con la situación actual la estética haya pasado a un segundo plano, no hay que olvidar que es también una fuente de evasión de la realidad asfixiante», destaca el poeta. Y concluye: «todos y cada unos somos creadores en potencia, solo necesitamos tiempo y saber hacer para explorarlo y explotarlo». Vela lo encuentra, el talento, sin demasiado esfuerzo. Ya está preparando su segunda novela, que espera terminar en las próximas semanas.