Economia

El Gobierno duda del superávit de la Seguridad Social a final de año

Octavio Granado confía en cerrar el ejercicio con el remanente previsto a pesar de la mala marcha de los ingresos por la crudeza de la crisis

MDRID. Actualizado: Guardar
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El Gobierno no tiene del todo claro si la Seguridad Social, que iba a servir de cortafuegos presupuestario al desajuste en los números de algunas comunidades autónomas, acabará el año con las cifras que se esperaban. La previsión con que se diseñó en su día el balance del sistema de protección pasaba por una creación de empleo que no llegará. Eso, y la crudeza de la crisis, reflejada entre otras cosas en el descenso de la afiliación (la puerta de entrada del dinero), hacen surgir algunas dudas.

Como las expresadas ayer por el secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, quien en la presentación de los datos del paro de noviembre (un nuevo récord) admitió «ciertas incertidumbres», sobre todo en el capítulo de los ingresos. Los gastos, mal que bien, se mantienen sobre el escenario que se había previsto.

En su última comparecencia para explicar los datos del desempleo, Octavio Granado dejó entrever lo que hoy se presenta como la gran «incógnita» a efectos de cuadrar el balance: los números de noviembre y diciembre. Aun así, y a pesar de que no terminó de aclarar su visión del asunto, lanzó un mensaje de tranquilidad al afirmar que si llegara el temido déficit no sería de más de unos «cientos de millones», que podrían siempre ser compensados con los ingresos aplazados de años anteriores y que se liquidarían en 2011. La Seguridad Social cuenta con concluir el ejercicio con un superávit de cuatro décimas del Producto Interior Bruto (PIB), unos 4.000 millones de euros, ya destinados a ayudar a compensar el balance autonónico.

«Tenemos que hace lo posible para cerrar en equilibrio», explicó el secretario de Estado, quien, sin embargo, recalcó que la Seguridad Social está pendiente de ingresar 6.500 millones que se le adeudan a los que hay que sumar otros 1.800 millones ligados a aplazamientos.

La piedra en el zapato de Granado, junto a la falta de actividad económica y las aportaciones que esta conlleva, son la morosidad de ciertas administraciones y el impago que acumulan muchas empresas, incapaces de saldar sus cuentas con el sistema.

«No va a haber ningún problema», insistió después Granado, para reconocer también su satisfacción por el hecho de que la Seguridad Social sea la única administración que «no le debe un euro a ninguna entidad financiera» y, además, por contar con unos fondos de reserva (la hucha de las pensiones) y de prevención de accidentes que engordarán también este año.

La secretaria de Estado de Empleo, María Luz Rodríguez, que acompañaba a Granado, insistió en que en el presupuesto de 2011 hay contemplados 32.000 millones en gastos por prestaciones y que, por ahora, se está «dentro de los márgenes». «No parece necesario que sea necesario hacer otra dotación», apuntó, a pesar de que la solicitudes han crecido un 10% en los últimos dos meses. Los últimos datos de ejecución presupuestaria, correspondientes a octubre, revelan un superávit de la Seguridad Social de 5.610 millones, casi la mitad que en la misma fecha de 2010.

Uno de los aspectos más preocupantes en la fotografía laboral es el de la cobertura (el porcentaje de parados que recibe prestaciones), que ha caído al 67,7%, por primera vez por debajo de la barrera psicológica del 70% y, por añadidura, su nivel más modesto en lo que llevamos de crisis. Si se toma en cuenta el subsidio del plan Prepara (400 euros vinculados a un itinerario de formación), este ratio remonta ligeramente al 71,76%.

El dinero sale pero no entra, y cada vez más aumenta el número de personas que agota su ayuda y se queda sin nada. Hace muy poco tiempo, el Gobierno presumía de una cobertura del 81% que, poco a poco, se ha ido comiendo la crisis.

Maria Luz Rodríguez no quiso valorar los datos del paro de noviembre (4,42 millones de desempleados inscritos en las oficinas del Servicio Público de Empleo), al entender que ya lo habían hecho los ciudadanos en las urnas el pasado día 20. Pero sí quiso dejar claro que el Gabinete de Rodríguez Zapatero ha hecho «todos los días, todo lo que estaba en su mano» para luchar contra el paro y en pro de la creación de empleo.