Un grupo de turistas haciendo un sendero de los muchos que ofrece la Sierra de Cádiz. :: A. ROMERO
Ciudadanos

El Puente de la Inmaculada empieza con bajas previsiones de ocupación

La patronal hotelera espera que se llene el 43% de las camas de hotel pero apunta que muchos turistas vendrán sin reserva

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La patronal hostelera de la provincia, Horeca, prevé que los hoteles gaditanos rozarán el 43,4% de ocupación media durante el Puente de la Inmaculada. Este dato es el resultado de un sondeo entre buena parte de los hoteles miembros de la federación de asociaciones «en el que le hemos preguntado por las reservas desde ayer viernes hasta el próximo jueves», explicó el presidente de Horeca, Antonio de María. Pero que la patronal tenga con fecha de ayer este porcentaje de reserva no quiere decir que se cumpla. De hecho, en las mismas fechas de 2010 también se tenía un previsión parecida y al final se alcanzó el 63,6% de ocupación hotelera. Nada menos que 20 puntos por encima de las previsiones.

Esto se debe, según argumenta De María a que «en estas fechas se improvisan muchos viajes en función del tiempo y de otros factores de última hora». La mayor parte de los viajeros que visitan Cádiz son españoles, sobre todo andaluces que se desplazan en coche y que no tiene, por tanto que planificar con mucho tiempo.

Hasta el cierre de las reservas de ayer, ningún municipio superaba las reservas del año pasado, situándose San Fernando a la cabeza con una previsión de ocupación de casi el 62%, entre otras cosas, porque la planta hotelera de La Isla es muy reducida.

Estas fechas son especialmente buenas para el sector turístico y hostelero de la Sierra, donde se concentran los mayores niveles de ocupación, sin contar el alquiler de alojamientos rurales o las segundas residencias.

Incertidumbre

El hecho de que la celebración sea tan larga (con la unión del puente de la Inmaculada y el de la Constitución), a lo que se suma la crisis y unas temperaturas templadas parece haber dado una buena dosis de optimismo a los empresarios gaditanos. Los pequeños hoteles de la Sierra consultados ayer desde LA VOZ confirmaron que sus reservas se encuentran por debajo del 50%, coincidiendo con las cifras de Horeca, para el periodo que va desde el martes al jueves próximo. Además, el arranque de la celebración será mucho más flojo, según confirmaron ayer desde Tugasa.

Desde la empresa pública de Diputación, que cuenta con varias instalaciones en la comarca, reconocen que el nivel de ocupación de momento es «insignificante». No obstante, confían en que a lo largo del puente «se vaya animando la cosa» y las reservas de última hora ayuden a llenar los hoteles de la zona. Esta es la tendencia que se ha seguido en los últimos años.

Este arranque tan flojo está afectando a todas las zonas de la comarca serrana, incluso a aquellas donde mayor afluencia de turistas suele darse cada año, en Grazalema y alrededores. Aquí los empresarios destacan la importancia de que estas celebraciones lleguen «más concentradas», porque entienden que eso animaría a los posibles turistas a reservar antes para poder disfrutar de esos días libres. A pesar de ello, todos confían que a partir del martes mejoren las reservas y puedan superar el 80% de ocupación e incluso llegar al 90%.

Abre el Fuerte Grazalema

Los hosteleros también se encuentran expectantes ante esta celebración. La falta de frío que se está viviendo este año es otra de las incertidumbres que barajan y creen que eso podría repercutir en el número final de visitantes que se reciban. Unas buenas temperaturas benefician a los destinos de playa y las bajas a la Sierra. De hecho, los hoteleros además temen que esta situación haga que los turistas se decanten por las últimas ofertas que hacen algunas cadenas hoteleras importantes, implantadas en la costa tanto de la provincia como de Málaga o Huelva.

Uno de los hoteles más importantes de la Sierra, el Hotel Fuerte de Grazalema, abrió ayer sus puertas para iniciar una nueva temporada de invierno en la que apuesta por incentivar las actividades micológicas y gastronómicas para incentivar las reservas de turistas.