«Robert Redford no se parece a nadie al que haya conocido»
El intérprete se convierte en el abogado defensor de Robin Wright en 'La conspiración', película basada en la muerte de Abraham Lincoln James McAvoy Actor
LOS ÁNGELES. Actualizado: GuardarRobert Redford vuelve a indagar en la política estadounidense. Después de 'Leones y corderos', donde buceaba en los entresijos de la política actual en Washington, el director americano regresa con 'La conspiración', donde cuenta la historia de una desconocida mujer. Mary Surrat fue acusada de conspirar en el asesinato del presidente Abraham Lincoln, un capítulo de la historia de Estados Unidos que se ha mantenido lejos de la opinión pública. Este personaje interpretado por Robin Wright era la dueña del hotel donde se reunían los confederados y su hijo formaba parte de ellos. El abogado encargado de defender a Mary fue Frederick Aiken, a quien da vida el actor escocés James McAvoy, que duda de la inocencia de su cliente. McAvoy despuntó en el cine con títulos como 'Wanted' o 'X-Men: Primera Generación' y reconoce que mantiene una relación de amor-odio con Hollywood.
-Esta película cuenta una parte de la historia de Estados Unidos que nadie conoce. ¿Qué lección aprendió usted?
-Soy escocés y no tenía ni idea. Sabía que Lincoln había sido asesinado y poco más. Este filme para mí fue muy interesante porque me permitió investigar un periodo de la historia que yo desconocía, y que creo que el público estadounidense tampoco conoce con exactitud. No soy un fanático de la historia, pero me parece que les debo el compromiso a los personajes que represento. Por eso me sumergí en libros sobre esa época y busque toda la información necesaria para hacer bien mi trabajo.
-¿Hay paralelismos entre la historia de la película y la actualidad?
-Es imposible no ver los paralelismos. Aparte de esta visión, creo que la historia debía ser contada. Yo no hable con Redford sobre esto porque eso forma parte de su libertad creativa como artista y yo no soy quién para decirle cómo tiene que hacer su trabajo. Yo me dediqué a interpretar mi personaje de la mejor forma posible para que el director estuviera contento conmigo.
-¿Existe alguna diferencia entre un realizador que es también actor y otro que no lo es?
-Todos los directores son distintos. Robert Redford no se parece a nadie al que yo haya conocido. El hecho de que sea actor no cambia su forma de dirigir. Es un artista que tiene mucho respeto por los actores. Yo he trabajado con un par de directores que están enamorados de los actores y otros que no tienen ni idea de cómo hablar con ellos porque están encerrados en su trabajo y en su visión de las películas. Todas las fórmulas son validas. No critico ninguna. Pero creo que Robert Redford es un artista excepcional, que tiene muy claro cómo quiere hacer su trabajo y así lo transmite a todo el equipo durante el rodaje.
-Usted ha interpretado todo tipo de géneros. ¿Dónde se encuentra más a gusto?
-Tengo que reconocer que no sé si prefiero alguno. La ciencia ficción desde luego es el más difícil con el que me he topado. No he hecho nada en cine, pero en la tele interpreté una serie llamada 'Chillaren of June', que era de este género. Todos los protagonistas se tomaban a sí mismos demasiado en serio. Es difícil comprometerse como actor con algo en lo que no crees. De las películas que he interpretado 'Expiación' fue la más complicada.
-A pesar de trabajar con estudios norteamericanos, usted sigue viviendo en Reino Unido.
-No tengo muchos amigos aquí, en Hollywood, y mi vida está ahora mismo en Londres y en Escocia. Pero tampoco pasa nada. Ha pasado una década desde que dejé la escuela de arte dramático, y si sumo todo mi trabajo, habré pasado un mes en EE UU trabajando. La mayoría de los rodajes se realizan en Canadá, Europa o Australia. Así que no es necesaria la mudanza.
-¿Cómo se siente cuando le califican como un nuevo icono sexual?
-No me siento así de ninguna manera y paso de que alguien pueda considerarme un símbolo erótico. No me levanto por la mañana pensando '¡Qué sexy estoy hoy!' o algo por el estilo. Además, no me he encontrado con nadie que me trate como si yo fuera un 'sex symbol'. No me convence el título (risas).
-¿Quiénes eran los héroes de su adolescencia?
-Yo era un sofisticado jovencito de doce años fascinado con James Bond y los espías. Supongo que me deje influir por Sean Connery, un escocés ilustre.