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La labor olvidada de las cuidadoras

Un taller organizado por el Instituto de la Mujer alerta de los problemas que sufren las personas con familiares dependientes a su cargo

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Han sido solo 18 horas de taller pero las han exprimido al máximo. Unas quince mujeres han participado en el taller '¿Y a mí quién me cuida?' organizado por el Instituto Andaluz de la Mujer. Madres, abuelas, hijas... un grupo de mujeres heterogéneas que dedicaban la mayor parte de su tiempo a los demás sin prestar atención a sus propias necesidades, hasta hoy. María del Carmen Naranjo, una de las participantes, no lo pudo resumir mejor tras la clausura del curso. «Nos hemos sentido como somos realmente y hemos aprendido a tener seguridad para poder afrontar los muros y los problemas». María del Carmen confesó ayer que había estado dos años sin salir de casa, un aspecto que ha comenzado a cambiar desde que se inscribió en el curso. El suyo fue sólo un ejemplo de lo vivido durante estas dos semanas en el taller.

La coordinadora provincial del Instituto Andaluz de la Mujer, Dolores Virués, resaltó la necesidad de hacer cursos como éste aunque sean de corta duración para concienciar a las mujeres de la necesidad de que se tomen tiempo para ellas mismas. Hasta hace bien poco «siempre se le ha exigido a la mujer que se encargue de cuidar a los demás», de sus hijos, de los padres ya mayores y de cualquier persona que sea relativamente cercana». Pero, en esta estela de estar siempre pendientes de los demás, «la mujer no se ha acordado de cuidarse de ella misma», un aspecto esencial tanto para la felicidad de la propia mujer como para su relación con el entorno. Para Virués, es hora de «desaprender todo lo que nos han dicho a lo largo de estos años relacionados con el cuidado a los demás y que debe ser la mujer la que cuide de la familia sin prestar atención a sus intereses, es hora de cambiar este concepto», apuntó

El arte como terapia

La encargada de dirigir este taller, la terapeuta Silvia Brun, explicó ayer que a través de la arteterapia humanista, «hemos intentando que las mujeres se miren a ellas mismas y sean conscientes de sus necesidades». Esta arteterapia humanista consiste en la utilización de diferentes artes como la música, la escultura o la pintura para que las participantes sean conscientes de su estado actual y establezcan sus propios objetivos. Como culminación a estas 18 horas de intenso trabajo, las mujeres inscritas en este taller elaboraron un collage en el que plasmaron su camino en la vida hasta ahora y dibujaron el que esperan recorrer a partir de este curso para sentirse mejor. «Como representación de todas estas emociones y propósitos, cada una encendió una vela bajo el compromiso de mejorar un aspecto de su vida». Entre estos compromisos, las participantes se propusieron averiguar qué les interesa hacer, sus motivaciones y llevarlas a cabo, «aunque sea una vez en semana».

Sobre el perfil de las participantes, tanto la terapeuta Silvia Brun como la coordinadora del IAM Dolores Virués, coincidieron en señalar que este tipo de terapia está abierta a todas las mujeres en personal. No sólo a «personas que estén dentro de la Ley de Dependencia y tengan personas a su cargo». En este curso, explicó Virués, «ha habido un grupo muy amplio y variado, desde universitarias que deben aprender a preocuparse más por ellas mismas hasta madres que se han volcado en la educación de sus hijos».

Ante el «éxito» obtenido en este taller, la coordinadora del IAM aseguró que están buscando nuevas alternativas encaminadas a cumplir este objetivo, «el de cuidarse», «estamos estudiando si poner en marcha una segunda edición» o crear reuniones mensuales.