El fiscal reduce la pena a ocho acusados de narcotráfico debido al nuevo Código Penal

No hubo acuerdo de conformidad ni nada por el estilo, o al menos, no con ocho de los diez acusados de narcotráfico que se sentaban ayer en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial. Sin embargo, el fiscal se vio ayer obligado a modificar las penas que solicitaba en su escrito de acusación para estos acusados de vender y comprar cocaína en Chiclana -y de rebote, por comerciar con camisetas falsificadas-, debido a la reforma del Código Penal que entró en vigor a comienzos de este año. El cambio de ley redujo las penas a los traficantes de este tipo de drogas cuando no se trata de grandes cantidades. En el escrito de acusación provisional, elaborado antes de la reforma del CP, se reclamaban penas de cuatro años de prisión para algunos acusados y hasta nueve años de prisión, para uno de ellos. Tras la reforma, la horquilla de penas que se le reclaman se ha quedado entre los tres y los seis años.

El juicio comenzó el pasado lunes en la Sección Tercera de la Audiencia, y estaba previsto que continuara hasta el viernes, pero las partes renunciaron a reproducir las escuchas telefónicas y el caso quedó visto para sentencia ayer. Los acusados son tres matrimonios de Chiclana y uno de Lebrija (Sevilla), dedicados supuestamente según el fiscal, a la distribución de cocaína. Además, se sientan en el banquillo dos ciudadanos colombianos, sin antecedentes penales, a los que se les achaca labores de abastecimiento. Dos de las parejas, formadas por Ramón M. Ll, su hermano Nicanor, y las esposas de ambos, Pilar G. B. y Alegría O, se dedicaban siempre según la Fiscalía a la venta a domicilio de la droga por la localidad chiclanera. Solo Ramón y Pilar han llegado a un acuerdo de conformidad, por cuatro años y medio de prisión, él y tres años, ella.

Estas parejas tenían como supuestos proveedores, según alegó el fiscal en el juicio, a una pareja del Marquesado de la Reina -Daniel R. R. y Davinia S. F.- y «cuando estos le fallaban» acudían a Luis N. P. y a su mujer Juana S, vecinos de Lebrija y al menos en una ocasión, a dos colombianos -Luis Alejandro R. G. y Diego Fernando C. F.-. Las defensas de todos han pedido la absolución .

A lo largo de noviembre de 2008 y diciembre de 2009, la Guardia Civil detectó numerosos movimientos de compra y venta entre los miembros de estas parejas y clientes no identificados. Además, fueron grabadas conversaciones sospechosas en las que, según la Fiscalia, se utilizaban palabras claves para referirse a la droga, como «noche entera» para referirse a un gramo de cocaína, o que le tirara por la ventana «el chaquetón», «medio partido», «chalé de 500 metros», o «echar un 'puñaíto' de arroz» para referirse a las dosis.

Además de la droga, los hermanos Nicanor y Ramón se dedicaban, según la Fiscalía, a la venta en mercadillos de camisetas de marcas que falsificaban en la barriada del Pilar de Chiclana: desde 'Hello Kitty' a 'Emporio Armani'. Se le decomisaron 42 camisetas y varias plantillas.