Las casas hogares para seropositivos sobreviven a la crisis
Actualizado: GuardarLas casas hogares de enfermos de sida se han convertido en el último recurso. La escena no tiene nada que ver con la situación actual, es la imagen viva del pasado de la provincia cuando no había más diagnóstico previo que el de los síntomas de la enfermedad y poco margen para reflotar un malogrado sistema inmunológico que ya no da más de sí. Afortunadamente hoy se disponen de tratamientos muy efectivos que logran prolongar la calidad de vida durante años. Sin embargo, el 45% de los pacientes que se atienden relacionados con el VIH son aquellos que conviven con el virus desde hace más de treinta años.
Hasta el momento no han sufrido los efectos de la crisis, señala el doctor Antonio Vergara, que es uno de los que está al frente de Gerasa, situada en Chiclana. La provincia cuenta con otras dos más: Siloé, en Jerez y Marillac, en el Campo de Gibraltar. Entre todas suman algo más de 60 plazas que están concertadas con la Consejería de Salud.
Allí conviven durante algún tiempo hasta que logran recuperarse cuando tienen alguna recaída y vuelven a sus hogares, aunque muchos de ellos son aún toxicómanos e indigentes. Y también hay un importante porcentaje de enfermos en la cárcel. Desde hace varios años la Unidad de Infecciosos de Puerto Real atiende en las propias prisiones para controlar a estos pacientes. Los facultativos se aseguran de que tomen la medicación y les hacen revisiones periódicas.