La crisis de los caramelos

La crisis no respeta ni a los Reyes Magos. Eso es lo que pensarán los más pequeños en la tarde del próximo día 5 de enero, cuando la Gran Cabalgata de la Ilusión dé comienzo, y los puñados de caramelos y lanzamiento de estas golosinas en miniatura a manos llenas por parte de Sus Majestades de Oriente, dejen paso este año a miradas, sonrisas y saludos con la mano porque no hay más existencias.

Y es que, ironías del destino aparte, Melchor, Gaspar y Baltasar tendrán este año que apretarse el cinturón en el reparto de caramelos a los niños y niñas chiclaneros. Los datos hablan por si solos. Según el Consistorio, estas navidades 2011 se repartirán unos 8.000 kilos de caramelos, frente a los casi 10.000 que se desperdigaron por las calles el pasado año.

Este descenso también supone un ahorro económico importante, cifrado en casi 10.000 euros. Sin embargo, no a todos los partidos y colectivos satisface una medida que fue anunciada por Fiestas dentro de un paquete más ambicioso de recortes y reducción del gasto en los actos lúdicos navideños de dentro de un mes.

IU ha sido la primera en alzar la voz, y criticó ayer «la hipocresía de las medidas de austeridad que se están llevando a cabo». La portavoz municipal de esta formación, Ana Rodríguez, calificó de «lamentable» el anuncio de ese ahorro de 10.000 euros en la partida destinada a caramelos, «en lugar de confeccionar un plan de ahorro y austeridad más serio y acorde con una ciudad de 80.000 habitantes».

A juicio de IU, «es lamentable que el delegado de Fiestas del Partido Popular, Agustín Díaz, haga este anuncio como medida estrella para el ahorro, y se sigan negando a rebajar ni un euro el sueldo que se lleva para casa el equipo de gobierno», lamentan.

Y es que la crisis de los caramelos es de todo menos dulce. El baile de cifras entre gobierno y oposición es indigesto. Fiestas asegura que el ahorro global en la campaña de Navidad de este año ascenderá a 22.000 euros. Pero no se ofrecen las cifras globales, es decir, no se dice cuál será el gasto total del Ayuntamiento en estas fechas.

Y es que lo que para unos es un dispendio absurdo en caramelos, para otros es jugar con la ilusión de muchos pequeños. El Consistorio asegura haber negociado con diferentes empresas los precios de estas golosinas a repartir en la cabalgata. Habrá que ver si el recorte en chucherías acaba con ciertas tradiciones chiclaneras, como el reguero de adolescentes que durante horas siguen a las carrozas con sus paraguas abiertos de par en par para acumular la mayoría de caramelos.

En otras regiones, este dulce aguinaldo suele entregarse en bolsitas con una cantidad reducida e individualizada a cada padre que se acerca con su hijo a pie de cortejo. Pero esa muestra de civismo aquí ya sería otra historia.