Cunde más el 4-4-2

Lo del juego de toque no es algo que se estile demasiado en Segunda División. En la categoría de plata se lleva más el fútbol directo, el juego práctico y el sacar adelante los partidos por el camino más corto. Merino ha mantenido un debate interno durante los meses de competición que han hecho pasar al Xerez por diferentes fases. ¿Aburrimiento o victoria? ¿Fútbol de toque o derrota? Y es que pocas veces han sido las que el Xerez ha tenido una tarde redonda. Cuando no han sido unos pobres minutos finales, ha sido el árbitro y cuando no, una victoria muy justita -lo más parecido al partido perfecto llegó ante el Girona, pero aún así se sufrió bastante en el tramo final del encuentro-.

La cuestión es que Merino está en la búsqueda del equilibrio y para ello ha venido utilizando dos sistemas. Por una parte ha tirado del 4-4-2, que sí le ha dado puntos, pero ha aburrido mucho a la afición xerecista. Y por otro lado, está el trivote (llámenlo 4-3-3 o 4-1-4-1, es cuestión de gustos), que en momentos puntuales maravilló a la grada de Chapín pero que no ha tenido reflejo en forma de victorias. De hecho, los datos son demoledores a favor del 4-4-2. Merino lo ha utilizado en siete partidos en los que ha sumado 11 puntos. Es decir, más del 50%, mientras que con el trivote solo ha logrado acumular seis puntos en ocho partidos.

Las matemáticas no engañan y dicen que el Xerez jugando con cuatro hombres en el centro del campo han sumado casi el doble de puntos que con el trivote -y habiendo disputado un partido menos con el 4-4-2-. Merino quitó el 4-3-3 por aquello que jugando fuera de casa podía ser más defensivo, por lo que ahora la gran interrogante es saber si en la vuelta a Chapín lo recuperará pese a los buenos resultados cosechados con el 4-4-2.