TRASPASO DE PODER EN LA ALAMEDA

El traspaso de poderes que Soraya Sáenz de Santamaría y Ramón Jáuregui realizan en Madrid debería ser replicado aquí en Cádiz, en la Alameda Apodaca, más aún, en el Edificio Anteojo, donde tiene su sede el Consorcio del Bicentenario: Todo hace prever que en enero, en cuanto se constituya el Gobierno central, el PSOE será desalojado de la presidencia, que ahora ocupa el consejero de Gobernación, Francisco Menacho, y se nombrará un nuevo gerente. Aunque los procesos no están claros, no cabe duda de que Teófila Martínez se hará con el control directo de un organismo clave para la gran cita gaditana que ha tenido tres equipos en poco más de cinco años y que, desde luego, debería haber sido mucho más eficaz. Atrapado por una estructura burocrática que obstaculiza el funcionamiento, heredero de una gestión primera que le ha dejado trampas hasta para cazar diplodocus, sin liquidez alguna y con escasos patrocinadores, demasiado van a poder ofertar a la hora del relevo: unas cuantas exposiciones, muy meritorias pero menos de las previstas y menos ambiciosas, diversos espectáculos en el Falla - Camus, Ballet Nacional, CNTC, flamenco-, un Te Deum en la catedral, un buen programa de música clásica, con la West Eastern Divan como estrella; el oratorio restaurado y las 'reprogramadas' obras del puente y la alta velocidad, a las que habrá que seguir jaleando para que se acaben a tiempo.

Teófila Martínez, que ya en la noche electoral hizo una mención especial al «Bicentenario que Cádiz merece», deberá ahora usar todo su poder para conseguir que Madrid se implique más de lo que ha hecho Rubalcaba quien, pese a ser diputado por la tierra, poco ha apoyado las reclamaciones doceañistas de sus propios compañeros. Lo más urgente será la partida presupuestaria extra para la conmemoración. Lo malo es que va a llegar ya con el 2012 en curso. Lo bueno, que superar el listón no le será difícil y que el equipo de la Alameda ha trabajado con oficio, aunque sin euros. Ahora toca apoyar, aportar, sumar y cruzar los dedos por el Doce.