Zapatero defiende sus recetas
Insiste en culpar a la crisis de la derrota y alega que «no había alternativa» posible a los drásticos recortes de mayo de 2010
MADRID. Actualizado: GuardarÚltimo informe de gestión de José Luis Rodríguez Zapatero ante el máximo órgano de decisión del partido entre congresos y pocas novedades. El presidente del Gobierno en funciones anunció que haría autocrítica, pero a la postre acabó reivindicando sus decisiones frente a la crisis como las únicas posibles.
«Creo que es entendible la decepción de muchos cuando alguien que en años precedentes mostró su ambición por ensanchar el perímetro de derechos ahora se presentaba como el ejecutor de los ajustes -dijo en referencia al 'tijeretazo' de mayo de 2010- pero no me siento impulsado por el deseo de autojustificación cuando os digo que no había alternativa».
No es ese el sentir unánime del partido. Y de hecho, si de algo se discutió en el Comité Federal, fue del porcentaje de culpa que cabe endosar a la coyuntura económica por los peores resultados obtenidos en la historia del PSOE. 'Barones' como el madrileño, Tomás Gómez, o el castellano-manchego, José María Barreda, advirtieron de que el problema no fue la crisis sino las políticas aplicadas para combatirla y la «pérdida de la raíz ideológica».
El debate fue tal que Zapatero optó por no esperar a que terminaran de hablar todos los que habían solicitado la palabra y tomó el micrófono a mitad de sesión. Él es partidario de que ahora se haga una oposición responsable y no se pongan palos en las ruedas del PP; por eso, defendió que su gestión fue «responsable» y advirtió de que la situación es aún «muy grave y todavía tiene recorrido en el futuro».
Rubalcaba se abonó a la tesis de las recetas ineludibles, aunque advirtió de que «las políticas que hay que hacer entran peor en el electorado de izquierdas».