Siria desoye el ultimátum de la Liga Árabe mientras continúa la violencia
Casi 30 muertos el día en que vencía el plazo para permitir la entrada de observadores a cambio de evitar más sanciones económicas
DAMASCO. Actualizado: GuardarEl Gobierno sirio desoyó ayer el ultimátum de la Liga Árabe que lo obligaba a elegir entre la admisión de observadores internacionales o el endurecimiento de las sanciones que ya sufre. Damasco, por medio de la agencia de noticias oficial, tildó al organismo de «herramienta para la injerencia extranjera» y lo acusó de azuzar la inestabilidad en la región al arbitrio de Occidente.
Con todo, la Liga, integrada por veintidós naciones, decidió aguardar un día más antes de concretar su respuesta al incumplimiento. El ultimátum del jueves pasado supone una dura humillación para este país sumido en la violencia desde mediados del mes de marzo, aunque solo sea porque es miembro fundador del organismo panárabe y porque ilustra su creciente aislamiento.
El potencial perturbardor de las sanciones económicas es considerable para el régimen de Bashar el-Asad. Si estas penalizaciones pueden despojar al régimen del apoyo de algunos sectores -las halagüeñas previsiones de crecimiento de hace unos meses son hoy un recordatorio lejano-, las resoluciones internacionales de condena parecen, por el contrario, haber movilizado a cientos de miles de sirios en defensa de la «soberanía nacional». Ayer, una marea progubernamental sacó músculo contra la Liga en Damasco y otras ciudades.
Entre tanto, los choques entre las fuerzas del orden y los manifestantes opositores tiñeron de sangre las calles. Según la versión de los Comités de Coordinación Local, al menos veintiséis personas, incluidos dos menores de edad, murieron por disparos, la mayoría en Homs, la provincia convertida en centro neurálgico de las revueltas.
Es muy difícil seguir un recuento fidedigno de las víctimas, pero según estimaciones de la ONU, más de 3.500 personas han muerto desde marzo. Un comité sobre derechos humanos de Naciones Unidas abundó ayer en estos datos y anunció que dispone de «informes numerosos, consistentes y fehacientes» de que los excesos de las autoridades contra los niños son generalizados.
Los muertos también se cuentan entre las filas gubernamentales. El Ejército anunció ayer, por ejemplo, la muerte de seis pilotos militares de élite como resultado de una emboscada en Homs. A su juicio, este ataque demuestra que la inestabilidad ha sido orquestada por la comunidad internacional.