Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón, en un mitin celebrado en Barcelona durante la campaña electoral. :: EMILIO MORENATTI / AP
ESPAÑA

El PSOE llega fragmentado al comité federal que convocará su 38 Congreso

Gana fuerza la idea de que habrá más candidatos que Rubalcaba y Carme Chacón a la secretaría general del partido

MADRID. Actualizado: Guardar
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La división entre los socialistas sobre candidatos y sobre cómo debe ser su 38 Congreso es más que evidente. Una «fragmentación», reconocida por ellos mismos, y que en cierta forma se estimula desde la dirección del partido en la creencia de que esa variedad de voces es una muestra de la democracia interna del PSOE. El comité federal que se celebra hoy servirá para escenificar esa diversidad.

José Luis Rodríguez Zapatero y Alfredo Pérez Rubalcaba se dirigirán a los 246 miembros del comité federal del PSOE para dar su visión de la derrota del domingo y dibujar las opciones de futuro. A partir de ahí tendrán voz a puerta cerrada los líderes de las federaciones y los miembros del comité. Lo de menos será la fecha del congreso, que es el motivo formal de la convocatoria del comité, porque ya se sabe que será del 3 al 5 de febrero en Sevilla.

Los socialistas llegan a esta reunión divididos. Al punto de que la tradicional cena de barones de la víspera, en la que se unifican mensajes o pergeñan estrategias, no se celebrará. Hay dirigentes que defienden que el liderazgo del partido debe corresponder a Rubalcaba por su talla política y su sacrificio en la campaña, pero también tienen su peso los partidarios de Carme Chacón, que puede reunir en torno a su candidatura, si se decide a dar el paso, a los críticos con el candidato de las pasadas elecciones. Pero en los últimos días han surgido con fuerza un grupo que apuesta por «una tercera vía» que plantea la conveniencia de sumir al partido en una catarsis y para la que se manejan diferentes nombres. Una fragmentación que no es vista con malos ojos desde la dirección socialista. La que fuera responsable de la campaña electoral y miembro de la ejecutiva federal, Elena Valenciano, apostó ayer por un congreso «tan abierto y democrático como el que aupó a Zapatero a la secretaría general». Entonces hubo cuatro aspirantes además del actual líder del PSOE, Rosa Díez, José Bono y Matilde Fernández. «Hagámoslo igual», comentó Valenciano en su cuenta de Twitter.

La suya no es una opinión huérfana. Son varios los que ven bien que haya un abanico de aspirantes. El secretario general del PSOE extremeño, Guillermo Fernández-Vara, sostuvo ayer que «no hay ninguna razón para que los candidatos sean solo los dos (Rubalcaba y Chacón) que se mencionan». Recordó que hay 110 diputados en el grupo socialista en el Congreso, e incluso no consideró disparatado pensar que puede haber un aspirante «sin ser diputado».

Un criterio que, sin embargo, no cuenta con muchos seguidores porque la opinión mayoritaria, y la experiencia lo avala, es que el líder de la oposición debe estar sentado en el Congreso para tener la posibilidad de medirse con el presidente del Gobierno en los grandes debates parlamentarios. Estar fuera del Parlamento implica renunciar a esa baza. El PP, cuando se denominaba Alianza Popular, ya ensayó esta fórmula entre 1987 y 1989 con Antonio Hernández Mancha, que no era diputado sino senador, y la experiencia fue desastrosa.

Tercer candidato

Pero la opción de un tercer candidato, hay quien dice incluso que podrían aparecer cuatro, tiene adeptos, sobre todo entre los más jóvenes, que podrían tejer una alianza o una plataforma para optar al liderazgo del partido. Quien más suena para encabezar esta alternativa es el diputado bilbaíno Eduardo Madina, a pesar de que él mismo se ha descartado. Algún dirigente de Castilla-La Mancha ha sugerido el nombre del alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, un hombre muy próximo a José Bono, pero tiene el lastre de no ser diputado, aunque será senador.

Aunque las cartas siguen tapadas a la espera de conocer los candidatos algunos ya han anticipado a quien no van a respaldar. El madrileño Tomás Gómez afirmó que si tiene que «elegir» entre Rubalcaba y otro se quedará con el segundo, y animó una vez más a Chacón a dar «un paso al frente». El extremeño Fernández-Vara mostró su «aprecio personal» por el exvicepresidente, pero anticipó que en el congreso de febrero votará «con la cabeza, no con el corazón». Un voto menos para Rubalcaba.

Pero en general hay mucha cautela hasta conocer los nombres. El ministro Ramón Jáuregui fue el mejor exponente de esa prudencia: «Ambos [Rubalcaba y Chacón] son magníficas opciones y ojalá haya alguien tan bueno como ellos».