Rajoy recaba información de los dirigentes de los bancos
El impacto de la crisis de la deuda, la recapitalización del sector y la recuperación del crédito,principales preocupaciones
MADRID. Actualizado: GuardarMariano Rajoy, que estos días se prepara para asumir la presidencia del Gobierno, ha mantenido discretas entrevistas, de las que su partido no informa, ni hay confirmación oficial por parte de las entidades, con los presidentes del BBVA, Francisco González, de la Confederación Española de Cajas de Ahorro y de La Caixa, Isidro Fainé, y de Bankia, Rodrigo Rato, para conocer de primera mano los problemas del sistema financiero y las soluciones que puede aportar para la recuperación de una economía que ha vuelto a debilitarse. Con el presidente del Santander, Emilio Botín, ha hablado por teléfono.
El líder del PP ya ha manifestado que una de sus grandes preocupaciones es el relanzamiento del crédito, que no se producirá mientras la reestructuración bancaria no haya concluido. Los dirigentes bancarios le comentaron las posibles fórmulas para despejar el peso del inmobiliario que lastra sus balances -la solución de un 'banco malo' al que traspasar los activos tóxicos es una de ellas- así como la necesidad de influir para que la Autoridad Bancaria Europea dispense un trato menos asimétrico a instituciones de las características de los bancos y cajas españoles, volcados al negocio comercial y que han venido atesorando un 'colchón' de provisiones, a la hora de exigirles un aumento de su capitalización.
En los últimos días la situación se ha agravado, porque junto a la sequía y el encarecimiento de la financiación mayorista, la crisis de la deuda soberana ha llevado a los dirigentes europeos a imponer a las entidades bancarias una depreciación de las carteras de estos títulos emitidos por los países más vulnerables. Principal perjudicada resulta la banca española, en tanto la alemana logra una revalorización.
Los dirigentes han transmitido a Rajoy su opinión sobre la importancia de que los acuerdos que se adopten en el decisivo Consejo Europeo del 9 de diciembre aporten «verdaderas soluciones».