
Griñán mueve sus hilos
Entre las personas que el secretario del PSOE andaluz podría aupar al poder federal suena con fuerza su número dos, Susana Díaz Hará valer el peso andaluz en la futura dirección del PSOE tras la etapa Zapatero
SEVILLA. Actualizado: GuardarEl PSOE andaluz acude hoy al comité federal de este partido con la voluntad de sumarse a la llamada de unidad y cohesión ante el proceso de relevo de liderazgo, pero dispuesto a hacer valer como siempre el peso del sur en la futura dirección del PSOE. Andalucía no podrá exhibir como otras veces una victoria electoral para reivindicar dicho peso. El PP ha ganado al PSOE por primera vez en unas generales en esta Comunidad. Sin embargo, Griñán no ha dejado de insistir esta semana en que Andalucía es la que «ha aguantado mejor» la hecatombe y sigue siendo la que más diputados aporta al Congreso, 25 de los 110, muy por delante de Cataluña, 14, el otro tradicional granero de votos socialista evaporado el 20N.
«Sois los únicos que habéis resistido», cuentan que le dijo Rubalcaba al presidente andaluz. Este es el argumento principal que exhibirá hoy Griñán, quien pese al varapalo saca pecho en clave interna. Está convencido de que la recuperación del PSOE empezará en Andalucía en las autonómicas y para ello quiere que su federación salga reforzada del congreso que en febrero elegirá en Sevilla al nuevo líder del PSOE y a su equipo de dirección.
El apoyo de Andalucía a los posibles candidatos dependerá de la cabida que dé a esta importante federación. Griñán no se ha decantado por ninguno de los posibles aspirantes. En círculos íntimos presume de su buena relación con los que han salido a la palestra: Rubalcaba, Madina y Carme Chacón. Probablemente por generación y amistad se decantaría por Rubalcaba, pero rehusa admitirlo. El hecho de que Chaves ya se halla posicionado a favor de Rubalcaba, le ha retraído. Ambos dirigentes siguen distanciados. «No me he mojado ni me voy a mojar por el momento, entre otras cosas, porque no hay candidaturas ni conocemos el proyecto de quien quiera dar un paso adelante», dijo ayer en una entrevista en 'La Sexta'.
Griñán sí se ha pronunciado abiertamente sobre lo bueno que sería para el partido que se presentaran varios candidatos. «Si no hay competencia estamos muertos», ha llegado a decir a colaboradores. Ahora bien, Griñán suele añadir: «Lo que no es bueno es el cainismo en las agrupaciones», una advertencia a la división que ya se vislumbra en el PSOE incluso en su territorio. La crisis de Jaén tiene clave congresual, con Mar Moreno y Gaspar Zarrías como rivales.
Griñán también defiende que la futura dirección sea intergeneracional y paritaria, utilizando como ejemplo el mitin de Málaga, en el que participaron todas las edades del PSOE y se reivindicó a Zapatero.
Todavía es pronto para poner sobre la mesa cuotas, máxime cuando no hay candidatos, pero varias fuentes han admitido que Griñán peleará para que Andalucía no pierda presencia y para colocar a las personas que considera «suyas» en la dirección. En la actualidad hay cuatro andaluces en el núcleo duro: Manuel Chaves, presidente del partido, Gaspar Zarrías, como 'número 4' y responsable de la secretaría de Políticas Institucionales, Cándida Martínez y Soledad Cabezón.
Estas fuentes señalan que Griñán quizás espere «un paso atrás» de algunos veteranos para dar cabida a gente joven, sin entrar a especificar nombres pero recordando el ejemplo de Isabel Pozuelo, ahora diputada y que fue una de las componentes de la famosa foto de la tortilla. Manuel Chaves se ha mostrado dispuesto a continuar como presidente del partido.
Abogada sevillana
Entre las personas que el dirigente andaluz podría empujar hacia arriba suena con fuerza el nombre de Susana Díaz, actual secretaria de Organización del PSOE andaluz. Muchos en la dirección del PSOE coinciden en que Griñán está encantado con la joven abogada sevillana, quien destacó en dos de los mítines de la campaña electoral más sonados, el de Dos Hermanas (Sevilla) y el de Málaga. «Es muy buena», ha reconocido Griñán en algunos círculos.
Díaz formó parte del equipo de renovación generacional que Griñán impuso en el congreso extraordinario de marzo de 2010 que le aupó a la secretería general. Pero no saltó al primer plano hasta que meses después dimitió el vicesecretario general del PSOE-A, Rafael Velasco, asumiendo entonces sus responsabilidades sin llegar a vicesecretaria. Pese a que ha perdido las dos elecciones que ha organizado, las municipales y las generales, su poder orgánico se acrecienta por días. Es después de Griñán la persona con más poder en el PSOE andaluz. Y lo ejerce.