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Valderrama dedica una canción a los lectores de lavozdigital
El cantante actúa esta noche en el Gran Teatro Falla dentro del Festival de Música Española
Actualizado: GuardarSin dejar de lado la herencia de la tradición flamenca, Juan Valderrama ha sabido construir una carrera heterogénea llena de experimentación y fusión de sonidos. Con el legado de su padre presente, el popular Juanito Valderrama, ha dado forma ha varios trabajos discográficos en los últimos años. 'La memoria del agua', 'Alfileres', 'Ilusión' y 'Moderna tradición' son los discos que ha editado entre 2002 y 2009. Ahora regresa con 'Sonidos blancos', esos de los que bebe, los que nutren sus venas y los que salen de su boca.
Esta noche a las nueve se cita con sus fieles (y los de su padre) en un concierto muy especial celebrado en el Gran Teatro Falla, uno de los directos más esperados del programa del Festival de Música Española de Cádiz.
-¿Qué aporta este nuevo álbum a su discografía?
-Es el disco más flamenco que he grabado hasta ahora, donde lo alterno con otros géneros que me gustan como la copla. La autoría de los textos y la música es mía y de Luis Pastor, que me ha acompañado en esta aventura. Muestra lo que hago sobre el escenario. En estos años he aprendido a expresarme mejor, eso llega con la madurez. Ya no quiero hacer demostración de facultades, sino llegar a la sensibilidad del público. Es una cuestión sentimental.
-¿Por qué define sus sonidos como blancos?
-En el flamenco siempre se habla de los sonidos negros, de las voces rotas, de las tinieblas, la oscuridad... Pero yo creo que eso es una moda, un movimiento que estuvo en auge hace años, como en los 50 lo estuvieron los sonidos blancos. Me gusta abrir las ventanas y que entre el sol. El flamenco también tiene optimismo y alegría, no sólo tragedia. Las voces blancas (Marchena, Vallejo, Valderrama...) no son contrarias a las rotas y ajadas, sino complementarias. La tragedia y la comedia hacen del teatro un arte y aquí también.
-¿Han cambiado algo sus shows?
-Ahora tengo músicos distintos, pero mi gusto por la música de autor no cambia, ni por el repertorio de mi padre. No trabajo pensando solo en lo que el público quiere, pero tampoco soy un dictador. A los mayores les gusta que cante las canciones de mi padre, pero un espectáculo tiene que estar nutrido de diversos momentos. Me gusta que la gente participe y se divierta.
-En este disco ha colaborado con grandes maestros...
- Sí, la mayor aportación autoral es de Luis Pastor. Ha escrito espectáculos de flamenco para muchos artistas. Luego he tenido la suerte de que me toque la guitarra el gran Juan Habichuela, Juan Carmona padre, que fue treinta años músico de mi padre. Ya no actúa ni graba, pero quiso aliarse conmigo y decidí incluir su colaboración en el álbum. También tengo músicos que trabajaban con Enrique Morente.
-¿Qué canción se emociona más al cantar?
-'El emigrante', es lógico. Fue una canción que mi padre creó en un momento muy duro en este país, cuando la gente tenía que irse para vivir mejor o para huir de la dictadura. Es la tragedia del marchante. Cuando ves a gente tan curtida llorar cantando esta canción, no tiene precio. Es un clásico, un himno y el espíritu de mi padre está implícito en ella.
-¿Es una losa el ser 'hijo de'?
-Yo siempre pongo el mismo ejemplo. ¿Tú te fiarías de un cirujano porque es el hijo de otro famoso? A mí lo que me ha dado ser quien soy es el cariño del público y suscitar curiosidad, nada más. No lo he tenido chupado. La exigencia es más alta. Pero cantar mejor que mi padre es imposible, sólo hay que ver que él no tiene imitadores. Sólo escuela. Siempre saldré perdiendo en eso. La comparación es cruel cuando te comparan con un mito. Yo solo soy un pobre muchacho que canta bien.
-¿Qué hace al mito?
-Los mitos son monstruos de la naturaleza o se mueren jóvenes y dejan un bonito cadáver. Y yo no tengo ninguna intención de morir. Eso sí, llegar a viejo siendo un mito es algo muy difícil.
-¿Con quien le hubiera gustado hacer un dueto?
-Con Camarón y Enrique Morente. Dos cantaores que me apasionan. Con Enrique estuve a punto porque iba a pedirle que participara en un espectáculo mio y me he quedado con las ganas. Camarón, Morente y Paco de Lucía son un triunvirato, han producido una revolución en el flamenco.
-¿Le gustaría haber desarrollado más su faceta periodística?
-Era muy malo. Llegaba tarde a las ruedas de prensa... No soy mal redactor, mal opinador. Tenía posibilidades. No lo descarto pero es raro que seas bueno en algo si lo que te gusta es otra cosa. Eso sí, me ha dado una cultura muy grande y poder distinguiar el trigo de la paja y no ser tan manipulable. No obstante, cantar también es comunicar.