Cometen tres robos en viviendas de La Isla en tan solo dos horas

La Policía Nacional no solo tiene trabajo en la capital donde al cierre de esta edición estaba tras la pista del supuesto autor de los cinco robos denunciados el martes por la mañana y de los que informó este periódico en su edición de ayer. En la ciudad vecina de San Fernando, la brigada de Policía Judicial de la comisaría isleña también investiga otros tres robos perpetrados el jueves de la semana pasada. Los tres asaltos se cometieron en un intervalo de tiempo muy corto: tan solo dos horas.

Fuentes policiales confirmaron que no existe, a priori, relación entre los robos sufridos en San Fernando y los que se ejecutaron en la capital. La forma de proceder de los ladrones es muy distinta. Mientras en los cincos golpes de Cádiz se accedió a los negocios y a la obra de la Casa Lasquetty a la fuerza, destrozando las cerraduras; en La Isla se vislumbra la mano de profesionales, indicaron las mismas fuentes.

Las viviendas asaltadas en La Isla se encuentran en La Ardila, Pasaje Virgen de la Estrella y en la Barriada del Santo Cristo. Los ladrones actuaron el jueves por la mañana, aprovechando que los pisos estaban vacíos; lo que indicaría que estaban vigilando los movimientos de sus víctimas. Para entrar, no forzaron las cerraduras sino que desmontaron los bombines. Un trabajo más laborioso pero más discreto, sobre todo si se roba a plena luz del día y a la vista de cualquiera.

En los tres objetivos, los cacos se centraron en las joyas de oro y poco más. Fueron robos rápidos y en donde los botines que sustrajeron no fueron muy cuantiosos porque no se entretuvieron en llevarse más objetos de valor de las viviendas que las alhajas. Este cúmulo de circunstancias hacen sospechar a los investigadores que detrás de estos robos podría estar algún grupo organizado, que tras ejecutar los tres asaltos en dos horas, se marcharon de la ciudad.

Esta forma de actuar es muy común entre las bandas de rumanos y de otros países de la antigua Europa del Este, los cuales suelen operar para una organización criminal mayor a la que entregan los beneficios de sus golpes delictivos.

En cambio, en la capital, los cinco robos denunciados el martes se sucedieron en la madrugada del lunes. Los ladrones no actuaron en viviendas sino en negocios y en una obra de rehabilitación como la que se acomete en el Casa Lasquetty. Aquí, los cacos buscaban dinero en metálico y cobre. Las sospechas giran en algún delincuente habitual de la zona que podría necesitar liquidez porque es adicto a la droga.