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Acuerdan el internamiento psiquiátrico de un joven por intento de homicidio

CÁDIZ Actualizado: Guardar
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«Mi hijo tiene la capacidad de un niño de siete años; sufre un trastorno orgánico de la personalidad, desde que sufrió un accidente de coche, hace doce años», explicaba ayer, en los pasillos de la Audiencia, Antonia, la madre de Miguel Ángel M. B, un joven de San Fernando que ayer era juzgado por un intento de homicidio. En diciembre de 2010, este joven de 33 años atacó con un cuchillo a un vecino con el que había tenido numerosas discusiones porque, según él, le molestaba y le insultaba. La Fiscalía propuso que absolvieran a Miguel Ángel al aplicar una eximente total por su deficiencia, y solicitó que fuera ingresado en un centro psiquiátrico durante no más de cuatro año.

La propuesta era compartida parcialmente por la defensa, aunque el abogado, Ignacio Quintana, reclamó al tribunal que ordenara el ingreso del joven en una residencia especial para psicodeficientes de régimen cerrado, y no en un centro psiquiátrico penitenciario, para asegurar que el tratamiento se lleva a cabo con eficacia. «Ya estuvo unos meses en el centro psiquiátrico de la cárcel de Sevilla, y volvió peor», explicaba ayer la madre del joven. Actualmente, Miguel Ángel está preso en la enfermería de la cárcel de Puerto III.

Este caso vuelve a poner sobre la mesa el vacío asistencial que sufren los familiares que tutelan a enfermos mentales mayores de edad, a los que muchas veces no pueden obligar a que tomen la medicación. «Cuando está estable, es cariñoso y amable, muy desprendido; pero si no toma la medicación, le dan unos impulsos que no puede controlar, y no es la misma persona», explicaba ayer Antonia al hablar de Miguel Ángel.

En la mañana del 18 de diciembre de 2010, cuando tuvo lugar la agresión, el joven «estaba muy alterado», según afirmaba ayer la mujer, que explicaba que se encontraba así porque el vecino agredido «llevaba tiempo llamándole por la ventana de su cuarto y le provocaba», algo que a Miguel Ángel le molestaba. El día anterior, el joven había tenido una acalorada discusión con el vecino por ese motivo, según Antonia, que medió entre ambos y trató de calmar a su hijo. No lo conseguía Llegó a llamar a la Policía, para advertir que se encontraba muy excitado, «pero no me hicieron caso», contaba ayer. Al día siguiente, a las 7.30 horas, según explicaba ayer Antonia, el vecino volvió a llamar a Miguel Ángel por la ventana y éste salió a la calle con un cuchillo, llamó a su puerta y al abrir, le intentó cortar el cuello. El vecino logró evitarlo, pero recibió algunos cortes en la cara.