FILETE
Actualizado: GuardarEntiendo que el tema es serio, sobre todo para los que les salpica directamente, perdóname Alberto Contador, que te admiro mucho y te sigo desde la tele mientras sudas por escaparte de los Schelck, pero te ha tocado protagonizar uno de los episodios judiciales más graciosos de la historia de la justicia. Parece, incluso, un caso para los agentes de la T.I.A (Técnicos de Investigación Aeroterráquea) Mortadelo y Filemón: 'El juicio al filete', da para cómic, y de tapas duras, además. Sí, ya sé que se te está juzgando a ti, pero indirectamente, al filete también. Para entendernos, en 'La Noria', entrevistarían a la madre de la vaca propietaria del susodicho trozo, aun a riesgo de quedarse sin publicidad de leche asturiana para toda la vida. Se enteran en algún país del tercer mundo que estamos juzgando a un solomillo por tenencia ilícita de clembuterol, y nos corren a boinazos. Entrando en detalles, me enterneció el momento que recogía la prensa destacada en el que te encontraste con el carnicero de Irún, ¡momentazo! Que diría Boris. Me imagino el juego de miradas; la primera de curiosidad: «Eres tú»; y después, de estupefacción: «El filete estaba cojonudo, macho, pero ya ves, estos de la UCI, que no aguantan que salga otro Indurain». Por cierto, eso de «carnicero de Irún», dentro de un proceso judicial, con las inevitables referencias en nuestro inconsciente maltraído por la actualidad, suena a que ese señor se ha llevado por delante a todo el pelotón; hay títulos de novela negra que dan menos miedo. Las palabras las carga la prensa. Si tuvieran que juzgar a todos los carniceros por los filetes que nos venden, la justicia estaría colapsada. Porque aunque aseguren que «te llevas el más tierno, bonita mía», de vez en cuando nos toca el seco, o ese que echas a la sartén y se convierte en un charco, ¿les suena? Pero así somos de elegantes los peatones sin maillot, nos lo comemos sin rechistar y lejos de denunciar al carnicero del barrio, nos encomendamos al azar «algún día me tocará a mí el tierno, aunque tenga un poco de clembuterol». Pasen buen día.