Interior aleja presos tras el declive de la disidencia

El Ministerio del Interior ha comenzado a alejar a centros aún más distantes del País Vasco a algunos de los etarras pro-disidencia que durante 2010 y 2011 había traslado a la cárcel asturiana de Villabona, en la que venía concentrando, junto a los centros de Zuera (Aragón) y Nanclares (Álava), a los presos que mostraban síntomas de haber roto con la banda. Según informaron mandos de la lucha antiterrorista, desde que el pasado enero ETA decretara el cese, entonces solo permanente de su actividad, los movimientos críticos y disidentes han comenzado a reducirse sustancialmente, ya que los activistas especulan con que tras el fin de la violencia de ETA, quizás, ya no haya que romper amarras con la banda, tal y como exige Interior, para acceder a posibles beneficios penitenciarios.

Sea como fuere, en las últimas semanas el departamento que dirige Mercedes Gallizo ha sacado del centro de Villabona a cuatro terroristas, que solo llevaban unos meses en ese centro laboratorio de la disidencia.

Se trata de Ramón Aldasoro, (trasladado a Castellón), el primer miembro de ETA extraditado por los Estados Unidos, acusado de cuatro asesinatos; Asier Ormazabal (llevado a Teruel), autor del atentado en 1995 contra una oficina de DNI en el que murió un policía; y Maitane Sagastume (conducida a La Coruña), condenada por el asesinato de dos guardias civiles.

También ha salido de Villabona, aunque técnicamente no es un alejamiento porque ha sido trasladado a Cantabria, el exsacerdote Ismael Arrieta, condenado a 30 años por colaborar en el asesinato de tres guardias civiles de la Agrupación de Tráfico.

Muestra de la caída de la disidencia en 2011, que tanto había aumentado en los tres años anteriores, es que en los últimos dos meses solo un miembro de ETA, Fernando Díez Torre, ha entrado en Villabona (procedente de Pontevedra).