Economia

Los inversores ignoran el triunfo del PP

La Bolsa se sube al carro de las pérdidas europeas y el Ibex-35 cede un 3,48%, con la prima de riesgo otra vez en 464 puntos básicos

MADRID. Actualizado: Guardar
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El PP ganó las elecciones generales del 20-N con una apabullante ventaja sobre el PSOE, pero los inversores miraron para otro lado. Desde primera hora de la mañana los parqués europeos arrancaron con pérdidas, y España no fue la excepción. Con ser preocupante, la muy negativa evolución de la bolsa no fue lo peor, sino que un nuevo ataque especulativo sobre la deuda se hizo notar con fuerza durante toda la sesión. La prima de riesgo de España, sobrecoste que soporta un país para financiarse a largo plazo, trepó hasta 464 puntos al cierre del mercado de valores -por debajo de la de Italia, en ese momento en 475 puntos- si bien posteriormente siguió subiendo hasta rozar las 470 unidades. El Ibex-35 perdió un 3,48% para quedar en 8.021 enteros, salvando el listón de las 8.000 unidades, en una jornada en la que, como remate, el Banco de España decidió intervenir el Banco de Valencia.

Corta fue la distancia con los parqués de Fráncfort, donde el principal indicador cedió el 3,35% y de París, que sufrió un retroceso del 3,41% en su índice más destacado. En Londres, el Footsie cayó un 2,62%. Todos ellos, como Madrid, salieron mejor parados que Milán, donde el nerviosismo de los inversores provocó una pérdida del 4,74% del Mibtel, pese al empeño reformista del primer ministro italiano Mario Monti, reforzado en su papel por haber asumido también la cartera de Economía. «La reacción de los mercados a los cambios políticos está siendo nula -explicó Soledad Pellón, analista de IG Markets- porque la situación depende ahora de decisiones europeas».

En España empieza a ser tradición que la bolsa reciba los resultados electorales, del signo que sean, con recortes. Así lo reflejan los datos recogidos a partir de la creación del Ibex-35, porque en comicios anteriores se registraron alzas, aunque muy leves, en el índice general de la Bolsa de Madrid, entonces el único existente.

En 1993 la victoria por la mínima de Felipe González fue recibida con un retroceso del 1,75% en el selectivo que refleja las cotizaciones de las empresas más negociadas. En 1996 el Ibex acogió la victoria del popular José María Aznar con un desplome del 5,22%, si bien el descenso fue más moderado, del 2,20%, cuando el dirigente del PP revalidó su mandato en 2000, esa vez con mayoría absoluta. Los comicios de 2004, bajo el sobresalto de los atentados del 11-M, devolvieron al PSOE al poder y el parqué marcó un fuerte retroceso del 4,15%. Las pérdidas fueron muy reducidas, apenas un 0,29% de caída, cuando José Luis Rodríguez Zapatero logró la continuidad en 2008.

Siguen las tensiones

Fuentes del mercado apuntan que el Banco Central Europeo volvió a sostener ayer la deuda soberana de Italia y España frente a las operaciones especuladoras. El importe no se conocerá hasta dentro de siete días, y en ningún caso se sabrá con detalle. La institución informa con retraso y en cifras agregadas, de manera que ahora sabemos que la pasada semana, como reacción a las fuertes tensiones, compró deuda pública en los mercados secundarios de la zona euro por 7.986 millones, frente a los 4.478 millones de la semana precedente.

El Tesoro español volverá hoy a los mercados en la primera colocación oficial tras la victoria del PP. Subastará letras a 3 y 5 meses, que suelen tener una nutrida demanda, por un importe que oscilará entre 2.000 y 3.000 millones de euros. En la anterior puja de ese tipo, realizada en octubre, si bien tuvo que pagar más a los adquirentes, le resultó sencillo captar los 3.500 millones que se había propuesto.

En el ánimo de los inversores en bolsa pesaron ayer las malas noticias: en Estados Unidos no se termina de alcanzar un acuerdo que evite la bancarrota de las cuentas públicas, el Bundesbank confirmó la desaceleración de la economía alemana, la fundación de las cajas de ahorro ya augura que los ajustes hundirán a España en una nueva recesión, mientras Hungría ha pedido ayuda financiera al FMI y la UE. Esta última demanda puede ser la punta de otro iceberg y anticipar la extensión de los problemas.

En un clima de pesimismo, Moody's atacó de nuevo. La agencia amenazó a Francia con una rebaja del 'rating' de su deuda, que le llevaría a perder la AAA, considerada el nivel de excelencia crediticia. En octubre hizo otro amago, ahora alega que la solvencia gala se verá muy tocada, y que el país difícilmente podrá rebajar su déficit tras la ralentización del crecimiento.