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El Cairo pone en jaque las elecciones
La muerte de cinco personas en Tahrir dispara la violencia entre los militares y manifestantes a una semana de los comicios
EL CAIRO. Actualizado: GuardarApenas queda una semana para las primeras elecciones democráticas egipcias cuando El Cairo vuelve a presenciar los peores enfrentamientos desde la revolución que derrocó a Hosni Mubarak. Cinco personas han muerto en los últimos dos días en la represión de las protestas contra los gobernantes militares del país, a los que los manifestantes exigen un calendario preciso para entregar el poder a las autoridades civiles.
Los disturbios se intensificaron ayer cuando, por segundo día consecutivo, la plaza Tahrir y las céntricas calles de los alrededores se convirtieron en una gran batalla campal entre fuerzas de seguridad, que utilizaron porras, proyectiles de goma y, sobre todo, gases lacrimógenos, y miles de manifestantes furiosos que respondieron a pedradas. Escenas que recordaban a los días vividos durante la revolución de enero y febrero volvieron a repetirse, aunque esta vez la furia de los manifestantes iba dirigida contra el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA) que preside el país.
«Queda una semana para las elecciones y nos preocupa que las mismas fuerzas de seguridad que ya han matado a cinco personas y que están usando una violencia extrema sean las mismas que van a proteger y asegurar los comicios», afirmaba Iman Harb, una joven educadora que ayer protestaba en Tahrir al grito de «¡Abajo con el mariscal!», en referencia a Mohamed Hussein Tantaui, jefe de la junta militar.
La gravedad de los disturbios preocupa a las autoridades castrenses, que convocaban una reunión de urgencia con el Consejo de Ministros para analizar la situación. En un comunicado posterior, el Gobierno llamó a la población a la calma y aseguró que 55 personas habían sido detenidas. Los enfrentamientos, sin embargo, no han afectado por ahora la fecha de las elecciones legislativas convocadas para el próximo lunes 28 de noviembre. Los comicios presidenciales siguen sin fecha.
Según el Ministerio de Sanidad, al menos tres personas murieron ayer asfixiados por las ingentes cantidades de gases lacrimógenos que los uniformados lanzaron durante todo el día y que provocaron carreras, confusión y avalanchas de manifestantes. El sábado murieron otras dos personas, una en El Cairo y otra en Alejandría, por disparos de las fuerzas de seguridad. En total, los heridos ascienden casi al millar.
Muchos se preguntaban a quién beneficia esta inestabilidad a una semana de las elecciones. El joven Beshoy Fayez, que no se había movido de la plaza Tahrir desde la gran manifestación contra el poder militar del pasado viernes, tenía claro que «el más interesado es el Ejército, que quiere que triunfe el voto del miedo y que la gente vaya a las urnas pensando que sólo los militares pueden mantener estable el país».
Los disturbios comenzaron durante la mañana del sábado cuando la Policía intentó desmantelar por la fuerza un pequeño campamento de protesta en la plaza, se prolongaron durante toda la noche y se intensificaron ayer, cada vez con más personas involucradas.