Cotorras argentinas conviven con las palomas en la Plaza España. :: L. V.
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Mascotas vetadas

El Gobierno regula la tenencia de especies como cotorras y tortugas que impide que sean animales de compañía

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Las tortugas de Florida, las de pequeño tamaño que habitan en los terrarios de muchos hogares, o las cotorras argentinas dejarán de ser animales de compañía. Lejos de tratarse de mascotas, son dos especies exóticas importadas que se han extendido por la provincia adaptándose a su clima y reproduciéndose. El Consejo de Ministros ha aprobado recientemente un Real Decreto por el que se regulará (una vez publicado en el BOJA) el catálogo de las especies que, introducidas fuera de su hábitat natural, se asientan y expanden por el país produciendo efectos negativos sobre los ecosistemas autóctonos. Es decir, son consideradas invasoras.

El peligro de estos animales de ámbito urbano es que cuando crecen y dejan de ser un capricho para convertirse en una carga, sus dueños deciden liberarlos. En un gesto de altruismo, muchos sueltan esas tortuguitas en un estanque o a las cotorras en cualquier árbol de la Plaza España o Mina, desconociendo por completo que tienen capacidad para anidar en esta zona y que desplazarán a razas nativas. Los galápagos de origen americano están multiplicándose de manera preocupante en los humedales costeros, mientras que las cotorras argentinas están atacando a murciélagos y palomas autóctonas de parques y jardines. Desde 2004, la Consejería de Medio Ambiente regula la proliferación de estos animales que suponen un peligro para la biodiversidad a través del Programa Andaluz para el Control de Especies Invasoras; sin embargo este decreto reciente presenta como novedad la prohibición absoluta de la tenencia.

Según explican desde la Delegación provincial de Medio Ambiente, antes estaba vetada la liberación de estas especies y ahora se evitará que la gente las adopte como animales de compañía. La tenencia estará sujeta, añaden, a un permiso en condiciones excepcionales, como por ejemplo, para experimentos científicos. Los mecanismos de control que se aplicarán serán, entre otros, la prohibición de su venta y comercialización.

Prohibición

El problema estará, según apuntan desde el Colegio de Veterinarios de Cádiz, en los que ya tengan en sus casas estos animales. «Los que posean algunas de las especies reconocidas como invasoras deberá inscribirlas, pero solo se pondrán tener en un núcleo zoológico habilitado, que en ningún caso puede ser una casa. Aquí se presentará un problema muy grave, porque el mantenimiento de una especie exótica es muy delicado y requiere condiciones muy estrictas de cuidado. Habrá pocos lugares especializados por el mantenimiento de estos animales y a ver qué harán con ellos», explica el presidente del colegio, Federico Vilaplana.

Además, Vilaplana puntualiza que, ante todo, hay que hacer campañas de concienciación para que la gente entienda que no son mascotas. «Son aves y mamíferos importados que se tienen en casa por coleccionismo o por simple gusto y después la gente se aburre de ellos y los sueltan a la naturaleza con su consiguiente perjuicio. A veces también son simples modas, como por ejemplo el Bulldog francés. No son invasores, pero se tienen en Cádiz sin saber que nuestro clima no es el más adecuado para esta raza».

Además de estas especies llegadas por la acción del hombre, en la provincia están proliferando, por efecto del cambio climático, animales exóticos que están poniendo en peligro el equilibrio de los ecosistemas. Son, por ejemplo, las hormigas argentinas (unas de color caramelo que acuden a la comida de las casas) o el picudo rojo (un escarabajo egipcio que agrede las palmeras datileras). El ecosistema subacuático gaditano también está sobre aviso por la acción de las carpas y el cangrejo chino.