Editorial

Chacón asoma la cabeza

La ministra abre de forma apresurada el debate sobre el liderazgo del PSOE tras el 20N

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Alfredo Pérez Rubalcaba se ha lamentado varias veces en esta campaña, casi siempre de forma discreta, de las trampas que le han tendido sus propios compañeros de viaje socialistas durante la campaña (la reforma constitucional pactada por Zapatero con Rajoy, el escudo antimisiles, etc.). Ayer, la ministra de Defensa, Carme Chacón, no le hizo ayer ningún favor al abrir en público antes de tiempo la cuestión sucesoria. Algo que el PSOE debate intensamente en privado pero que, por obvias razones, no debió plantearse públicamente antes del 20-N. A falta de tres días para que se celebren las elecciones, la todavía titular de Defensa, a quien no le fue permitido por el aparato competir con Rubalcaba en las primarias para ocupar la cabeza de cartel en estas elecciones generales, al ser preguntada por su posibles aspiraciones para liderar el PSOE, aseguró que «a ver quién se atreve a decir que una mujer catalana no pueda liderar el PSOE». La cabeza de lista del PSC por Barcelona, que podría perder casi la mitad de los escaños logrados hace cuatro años según las encuestas, no dio más detalles sobre su disposición a optar a la secretaría general del partido en un congreso que todavía no está convocado pero su candidatura estaba lanzada. Chaves se apresuró a manifestar que el candidato de su partido a la presidencia del Gobierno debe continuar aunque no gane las elecciones generales pero el envite ya circulaba. Es obvio que si Rubalcaba no gana las elecciones -y no las ganará, salvo que suceda un milagro- todas las opciones sucesorias estarán abiertas cuando Rodríguez Zapatero abandone la secretaría general. No es ni mucho menos seguro que Rubalcaba quiera dar la batalla, sobre todo si su resultado se queda en la parte baja de la horquilla prevista. Y ya era de dominio público que el cargo tenía varios aspirantes: Chacón, Patxi López, Fernández Vara. Sin embargo, el ambicioso apresuramiento de Chacón sugiere que podrían tener razón quienes prevén una lucha enconada y fratricida por los despojos del partido socialista después del 20-N.