Mario Monti y Silvio Berlusconi sonríen durante el traspaso de poderes en el Palacio Chigi, residencia del primer ministro. :: S. R. / REUTERS
MUNDO

Tecnócratas y «a la carrera» para Italia

Mario Monti asume la cartera de Economía y presenta un equipo reducido, con el consejero del primer banco como mano derecha

ROMA. Actualizado: Guardar
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El primer Gobierno exclusivamente técnico de la historia de Italia, y es mucho decir en un país que ha inventado Ejecutivos de todo tipo, prestó ayer juramento tras una gestación muy laboriosa. Por la novedad que supone y la dificultad de los partidos en asumir un inédito papel externo. Este equipo de profesores, juristas y expertos, sin carné político, es un experimento audaz e incierto, que pone a prueba la dudosa responsabilidad de las fuerzas políticas italianas. De él depende la salvación de Italia de la quiebra y, en buena parte, la existencia de la zona euro. De momento, hasta que los mercados vean hechos concretos, el acoso continúa. Ayer Milán cerró en positivo, pero la prima de riesgo y los intereses de los bonos no bajaron. Este Gobierno de emergencia también abre una transición política, tras casi una década de Silvio Berlusconi, aunque no se sabe hacia dónde ni cuánto durará. Desde luego el nuevo primer ministro, el economista y excomisario europeo Mario Monti, afirmó ayer que su Gobierno irá «a la carrera», con la urgencia que impone la crisis. Él mismo guiará también el Ministerio de Economía, un dualidad que no es rara en la política italiana y prueba de su dedicación total a la misión encomendada.

La lista de ministros, la última incógnita desvelada ayer, destaca por reunir personalidades muy reconocidas en sus campos y ha causado una óptima impresión. Son 16, más de la cartera de Monti, frente a los 23 del anterior equipo. Es una primera señal de reducción de poltronas, una cuestión muy sentida en la calle. Han desaparecido cinco ministerios y otros dos han sido unidos a otros. Solo nace uno nuevo, significativo: el de Cooperación Internacional e Integración, campo muy abandonado por el Gobierno precedente.

Presencia femenina

Otra fuerte señal es la presencia de tres mujeres, pero en ministerios de peso, una absoluta novedad para Italia, donde se les suele relegar a carteras menores. Ocupan nada menos que Interior, Justicia y Trabajo, que ahora será uno de los frentes más intensos. Pero sin duda el punto fuerte es la presencia de Corrado Passera, hasta ahora consejero delegado del primer banco italiano, Intesa-San Paolo. Este alto ejecutivo será la mano derecha de Monti en su cruzada económica, pues será en un superministro de Desarrollo Económico, Infraestructuras y Transportes. Síntoma de que Monti da prioridad no solo a los recortes y la austeridad, sino al crecimiento y la economía real. «Confiar esto a una sola persona responde a una lógica que deseo subrayar, poner en el centro iniciativas coordinadas para el crecimiento», explicó el primer ministro. Passera aseguró ayer que «se puede convencer a los mercados con acciones claras y planes concretos, Italia es más de lo que piensan». Su consigna, «desarrollo sostenible y puestos de trabajo».

Ayer por fin quedó claro que no hay políticos en el Gobierno. Parece un primer revés, pues Monti ha tratado hasta el final de que los dos principales partidos, el Pueblo de la Libertad (PDL) de Berlusconi y el Partido Demócrata (PD), entraran en el equipo con un representante. Su intención era implicarles directamente en el proyecto, para facilitar la conexión con el Parlamento, pues es donde deberán aprobarse las duras reformas que se avecinan, y evitar sustos. Pero ha sido imposible, y el riesgo es que haya sido precisamente por eso, porque ambas fuerzas quieran tener las manos libres para influir en el Gobierno. El tiempo dirá, y quizá lo haga rápido, si es una debilidad de este Ejecutivo o una virtud. Ayer todos los partidos se deshicieron en elogios al nuevo Gabinete, salvo la Liga Norte, única fuerza que no votará la confianza a Monti. Pero habrá que ver cuánto dura el buen rollo.

Lo cierto es que Monti retardó hasta ayer la lista de ministros con el fin de ganar una noche más para arrancar la participación política. Pasó más de tres horas de madrugada con el secretario general del PDL, Angelino Alfano. El partido de Berlusconi ha sido el mayor escollo para abrir esta fase, pues no quería ceder el poder sin controlar lo que ocurrirá ahora. Ha complicado todo su pretensión de meter en el Gobierno a Gianni Letta, mano derecha del 'Cavaliere', pero el veto del PD fue tajante. Ni siquiera aceptó que fuera acompañado de Giuliano Amato, exprimer ministro del centroizquierda. Monti, no obstante, ha logrado una distensión con Berlusconi, que al final ha favorecido la transición y está cambiando de estrategia a toda velocidad. Ayer reapareció por primera vez tras su rabieta en vídeo del domingo y recibió a Monti muy sonriente.