«Si me cae un marrón un inocente seguirá preso»
El fiscal mantiene los 48 años de cárcel para el acusado de asesinar a Pagaza y la defensa rechaza la validez de la prueba de ADN
MADRID. Actualizado: GuardarEra su última palabra. Y sacó provecho a la misma. Gurutz Aguirresarobe, acusado de matar al jefe de la policía local de Andoain Joseba Pagazaurtundua en 2003, defendió ayer su inocencia ante el tribunal de la Audiencia Nacional. El procesado reconoció el sufrimiento soportado por la familia del agente fallecido, pero también recordó que sus parientes han sufrido «una injusticia» desde que fue detenido en 2010, después de que la Ertzaintza cotejase su ADN con los restos recogidos en una taza de café hallada en la escena del crimen, un bar de Andoain.
«Yo soy al cien por cien, sin estadísticas, inocente y si me cae algún marrón o si me condenan, un inocente va a seguir en prisión y un culpable va a estar fuera de la cárcel», defendió Aguirresarobe ante el tribunal.
La prueba nuclear de la vista, la taza de café que tomó el autor del crimen antes de tirotear a Pagaza, centró la intervención del abogado defensor, José María Elosúa, exparlamentario de la ilegalizada Herri Batasuna. El letrado solicitó la libre absolución de su cliente no porque cuestione que los restos genéticos de la taza sean los de Aguirresarobe, sino porque la cadena de custodia de la prueba se rompió. «Hasta 13 personas, entre clientes del bar, médicos y policías, pudieron acceder a la taza y el recipiente fue derivado dos días después para su análisis», dijo.
El abogado recordó además las dudas de algunos peritos en la primera jornada del juicio celebrada el lunes y dijo que ni su cliente pertenece a ETA ni ningún testigo de los hechos le identificó como el autor del crimen. «Los clientes del establecimiento hablaron de una persona delgada, con gafas y que consumió un café con leche antes de perpetrar el asesinato, mientras que Aguirresarobe en aquel momento tenía 'michelines', la vista perfecta y no bebe café porque le sienta mal», defendió. Por su parte, el fiscal mantuvo su petición de 48 años de cárcel.