«Yo me encargo de la caña y tú de convencer a unos cuantos vecinos»
La caravana del PSOE escoge Betanzos, Oroso y Rianxo para hacer sus primeros mítines en ruta a la desesperada
BETANZOS / OROSO. Actualizado: GuardarEs lo que en otros ámbitos llaman 'marketing directo'; casi un diálogo con el cliente o, en este caso, con el votante. Alfredo Pérez Rubalcaba lo intenta todo. Aunque le cueste la salud. Seis actos en un día tuvo ayer: dos mítines tradicionales, una reunión de trabajo con el líder de UGT y, la apuesta más novedosa, tres mini encuentros 'en ruta' por los pueblos gallegos.
El candidato socialista sabe que por más que intente multiplicarse, no llega a todo y que, en estas circunstancias, es mucho más eficaz el mensaje que llega del padre, el hermano, el primo o el vecino, que el que él pueda transmitir a través de la televisión. «Quedan cinco días para las elecciones y el sentido de este acto es pediros que me echéis una mano», dijo. Así de sincero.
Betanzos, Oroso, Rianxo. Mítines breves, pseudo-improvisados, con apenas un centenar de personas, entre La Coruña y Vigo. Mítines de tú a tú, donde lo que cuenta es la proximidad. «¡Dales caña fuerte!», le gritó una señora en el restaurante Los Arcos. «Vamos a hacer un acuerdo tú y yo; yo me encargo de la caña y tú de convencer a unos cuantos vecinos de que me voten», replicó el candidato.
En sus intervenciones, que repetirá esta semana por pueblos de Andalucía, ofrece argumentos para que otros se partan la cara por él, para que amansen a quienes miran a los socialistas «con reticencias». «Decidles lo que somos, lo que hemos hecho en 30 años de democracia y, si hay que ser autocrítico, se es porque ¿quién no ha cometido errores en situaciones difíciles?», comentó.
No muchos vecinos se enteran de que el candidato socialista ha pasado por su pueblo, pero la idea es tejer una red de fidelidades ahora que el partido está hecho unos zorros tras la debacle electoral del 22 de mayo. Queda menos de una semana para el definitivo 20 de noviembre y la situación es, como él mismo la calificó, «urgente». Las cosas pintan muy mal para los socialistas. Finalmente, Rubalcaba lo resumió bien y claro: «Vengo aquí para pediros un esfuercito, bueno... un esfuerzazo».