Condenados a no pisar el Parlamento

Son los raros del 20-N. Hasta 45 partidos minoritarios, algunos hablan de ellos de forma despectiva como 'friquis', estarán presentes en los comicios generales. Los hay para todos los gustos y preferencias. Desde las formaciones de ideologías clásicas que llevan años presentándose a los comicios sin ningún éxito hasta los partidos nacidos al abrigo del 15M y de la crisis económica, pasando por siglas antisistema, radicales de izquierdas o de derechas, grupos ligados a la eclosión de las nuevas tecnologías, partidos regionalistas o localistas, formaciones de claro corte corporativo, o simplemente guasones.

Los eternos extraparlamentarios se distinguen por cuatro características: ninguna encuesta les da un solo escaño ni de lejos, su particular victoria ha sido conseguir los avales para presentar listas, casi toda su campaña se basa en el barato soporte de Internet, y declaran odio eterno al bipartidismo. Los 'raros' de las urnas, a pesar de todo, tienen sus electores. Hace cuatro años sumaron entre todos cerca de 875.000 votos, que no sirvieron para nada.

La panoplia es enorme, pero mucho menor que en las elecciones de 2008. Entonces, solo para el Congreso se proclamaron 1.111 candidaturas en las 52 circunscripciones frente a las 558 de estos comicios. La poda obedece a la reforma de la ley electoral, que obliga a que todas las fuerzas extraparlamentarias que quieran presentarse a los comicios a conseguir las firmas del 0,1% de los electores en su circunscripción. Un listón muy alto para algunos. En circunscripciones como Madrid y Barcelona implica reunir cerca de 5.000 firmas cotejadas y legales, un esfuerzo titánico estos partidos.

Mucho 'indignado'

La gran novedad de estas elecciones son los partidos de corte 'indignado', cuyo pilar básico es el enfado con el sistema electoral y la actual democracia. Hartos.Org tiene como punto principal de su programa cambiar la ley electoral para hacerla más proporcional. También está molesta con el actual sistema de reparto Escaños en Blanco, una de las formaciones 'indignadas' que con más fuerza entra el 20-N, con listas en 21 provincias. Por un Mundo Más Justo, declarado enemigo de la voracidad de los mercados, ha logrado presentarse en 43 provincias tras dejarse la piel para conseguir 40.000 firmas a contrarreloj.

Mensajes similares, casi idénticos, aparecen en otras siglas que han logrado que sus papeletas se impriman. Demos el Cambio, nacido también al calor de las movilizaciones de mayo, se define como una plataforma temporal dispuesta disolverse en cuanto consiga una «reforma regeneradora del sistema». El mismo fin que dice perseguir el Partido Para la Regeneración de España. Basta Ya Agrupación de Partidos Políticos, Partido de la Libertad Individual o Higiene democrática dicen aspirar a «limitar el poder de los políticos».

Las formaciones de nuevo cuño impregnadas de 'indignación' se confunden con algunas veteranas, con aspiraciones igualmente utópicas. La más conocida es el Partido Humanista, en las urnas desde 1984.

También hay nuevos movimientos más allá del 15M. Partido de Internet se presenta por Cádiz y apuesta por una democracia gestionada desde la red. Los éxitos electorales del Partido Pirata en Alemania son la carta de presentación de sus homónimos españoles, que centran su programa en la cultura gratuita y las descargas gratis.

Y no faltan los clásicos extraparlamentarios de la izquierda y la derecha, Republicanos, Partido Comunista de los Pueblos de España, Unificación Comunista de España, Falange Española de las Jons, España 2000 o Democracia Nacional, entre otros muchos.