Media docena de chiringuitos de playa se aventura a seguir en invierno

Un pequeño grupo de empresarios se ha lanzado sin red a mantener abierto los chiringuitos de playa durante el invierno. La Delegación Provincial de Medio Ambiente no ha puesto ninguna objeción a esta iniciativa, que permite ampliar la temporada a todo el año y obtener así un mayor aprovechamiento económico de la costa.

Las primeras solicitudes tramitadas por la Junta corresponden al chiringuito de La Orilla, en Sanlúcar, a los dos camaleones de la playa de la Laguna, en Chipiona, a otros dos de la playa Cruz del Mar, también en Chipiona, y a dos más, ubicados en el paseo marítimo de La Barrosa, en Chiclana. Se trata de zonas con especial proyección turística durante el otoño y el invierno, gracias a la red de hoteles, lo que permite desestacionalizar la temporada estival. La Delegación de Medio Ambiente está a favor de conceder licencias de apertura después de haber mantenido varios contactos con los responsables municipales de playas de los ayuntamientos afectados. Sin embargo, hay determinados puntos del litoral gaditano donde no es posible extender la medida, debido a los efectos que puedan producir los temporales. Es el caso de Tarifa y Conil, donde la orografía del terreno y su exposición a fuertes vientos pueden dañar las instalaciones.

El secretario de la Asociación Gaditana de Empresarios de Playa (Agepla), Antonio Galván, se ha mostrado satisfecho con las gestiones realizadas a favor de estos negocios desde que las competencias pasaron de la Administración central a la autonómica en abril. Hasta 2010 era la Demarcación de Costas la que regulaba la instalación de los chiringuitos, pero esta función la asumió la Junta la pasada primavera «y lo primero que hemos notado es más agilidad en la tramitación de los expedientes». Costa vela ahora por la seguridad y el mantenimiento del litoral, mientras que las distintas delegaciones de Medio Ambiente de Andalucía se encargan de controlar y regular que las instalaciones cumplan con la normativa.

La temporada de playa en la provincia de Cádiz expiró el pasado 15 de octubre y desde entonces ha sido un comentario común entre los empresarios del sector la posibilidad de mantener abiertas las puertas del chiringuito todo el año. La idea no ha cuajado en la Bahía, sin embargo, sí ha tenido receptividad en puntos muy concretos de la geografía gaditana. Antonio Galván recuerda que esta medida estaba antes prohibida y los empresarios se jugaban una sanción por seguir con la actividad fuera de temporada. Este año, incluso se ha permitido el adelanto de fecha de apertura en el calendario y ha sido habitual la aparición de chiringuitos en las playas en Semana Santa. De hecho se tramitaron 47 solicitudes para abrir entre marzo y abril.

El secretario de la organización que agrupa a los propietarios de los chiringuitos, reconoce que la crisis pasa factura a las economías domésticas y, por tanto, una consecuencia inmediata de esta situación es el retroceso del consumo. La organización solicitó en el primer trimestre del año la apertura de 119 instalaciones de playa en la provincia, finalmente fueron 113 las que plantaron sus casetas desmontables entre junio y octubre.

Pese a todo, los empresarios que se han aventurado a seguir con el negocio abierto en pleno invierno confían en el buen tiempo. Son los fines de semana soleados donde el chiringuito hace caja, mientras que entre semana aguarda la llegada de turistas extranjeros, sobre todo, en la zona del Novo Sancti Petri. Antonio Galván reconoce que la Administración regional ha hecho los deberes y garantiza con su gestión más tranquilidad al colectivo.

La delegada de Medio Ambiente, Silvia López, apuntó en su día que la Junta realizó un gran esfuerzo con los ayuntamientos que tienen costa en su término municipal para cerrar sus planes de playa antes de Semana Santa y poder así abrir la temporada. Los empresarios han recogido el testigo y solo un grupo de ellos se ha lanzado ahora a mantener abierto el negocio en las horas más bajas. Según la patronal del sector, «si no te arriesgas, no sabrás nunca si esta decisión es rentable». Galván ha comentado que entre los chiringuitos que seguirán con las puertas abiertas están el bar Luis y el restaurante Augusto, ambos en la playa de la Cruz del Mar, en Chipiona. Aclaró que las instalaciones que han decidido seguir adelante son desmontables y espera que tengan suerte, «porque la inversión es alta».