Subidas del IBI y del Impuesto de Circulación

Los principales tributos que gestionan los ayuntamientos, el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) y el Impuesto de Circulación de Vehículos, también subirán en muchos municipios para compensar la disminución de las aportaciones del Estado a las entidades locales.

Hace unos años, los ingresos masivos derivados del cobro de tasas vinculadas a la actividad inmobiliaria hicieron que muchas corporaciones locales se olvidaran -o gestionaran de forma muy conservadora- la actualización de estos impuestos, que ahora quieren incrementar.

Los ayuntamientos tienen un gran aliado en la última actualización del catastro. La valoración al alza del valor catastral de las viviendas acarreará en los próximos años fuertes incrementos de las cantidades a cobrar a los propietarios, pues las bases imponibles aumentan de forma considerable. Incluso si los ayuntamientos deciden mantener los gravámenes actuales (en general, entre el 0,4% y el 1% del valor catastral), sus ingresos se dispararán.

El Impuesto de Circulación es otra vía para aumentar los ingresos. A juicio de los responsables municipales, lo que hoy cobran por el uso de los vehículos «apenas cubre los costes» que acarrea la movilidad (asfaltado, mantenimiento de las vías, semáforos ).