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Un Conil muy entonado suma tres puntos vitales en el derbi local frente al Arcos

CONIL. Actualizado: Guardar
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Partido vibrante el disputado por el Conil y el Arcos en el Pérez Ureba, en el que el conjunto amarillo derrochó garra y tesón. Kiko Prieto supo en todo momento leer el encuentro y solventó magníficamente los problemas que le surgieron con las lesiones de Nárvaez y Fornell. El conjunto de la Janda lleva cuatro partidos sin perder, dos victorias y dos empates, y esto hace que el semblante de los jugadores, afición y cuerpo técnico sea diferente al del primer tercio de la temporada, en el que no le salía nada bien al equipo.

Ayer se pudo ver en el municipal conileño a un conjunto que le está cogiendo el tono a la Tercera división. El Arcos solo existió en el primer cuarto de hora y en los últimos ocho minutos. Todo lo demás fue un monólogo del Conil, que ahora si juega con cabeza y sabiendo marcar los tiempos.

Las ausencias con las que contaba Kiko Prieto al comienzo del encuentro hacían presagiar que podía haber problemas, y todo se agravó con la lesión prematura de Narváez. Sin embargo, el equipo no perdió el sitio y los sustitutos resolvieron con nota su presencia en el campo.

Tuvo que saber sufrir en los primeros instantes el cuadro local, ante un Arcos que salía entonado y que buscaba la ocasión de ponerse por delante. No lo consiguió y entonces llegó el momento para el Conil, que sí supo sacar partido a sus oportunidades. Migue puso por delante a los de la Janda a los 38 minutos, y ya en la segunda parte, cuando se rondaba el cuarto de hora, Borja hacía el segundo para amarrar el partido. El Arcos apretó al final y Vicente pudo acortar diferencias, aunque ya era demasiado tarde. Entretanto, los dos se quedaron con diez jugadores por las rojas a Mejías y Andrades.