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Hoy cocinamos nosotros
Cuarenta hombres aprenden entre fogones en un curso de iniciación que la Delegación de la Mujer imparte en El SotilloLas sesiones comienzan con nociones teóricas, pero al final los participantes acaban elaborando recetas tradicionales
Actualizado: GuardarQue alguien organice un curso de cocina para hombres no es ya algo demasiado novedoso. Sin embargo, que ese curso de cocina lo ponga en marcha la delegación municipal de la Mujer, sí es un detalle a tener en cuenta. Esta área del Ayuntamiento de Chiclana, en colaboración con la firma Momento Andaluz Catering, desarrollará durante los próximos tres mes una iniciativa especial.
El cocinero profesional Pedro Castro iniciará en las nociones de cocina (tanto teóricas como prácticas) a unos cuarenta hombres. Todos ellos han sido divididos en dos grupos distintos, que cada miércoles y jueves se enfrentan a los fogones a pecho descubierto. Todos ellos quieren perfeccionar sus técnicas, aprender trucos para ser unos auténticos amos de casa, vivir una experiencia que les permita defenderse el día de mañana ante una sartén y un fuego encendido.
«Está siendo toda una experiencia. Hay gente que tiene algo de idea, y otros que entran por primera vez en una cocina», explica el chef. El curso se desarrolla en las instalaciones de la finca El Sotillo en la carretera de La Barrosa de la localidad. Y huele muy bien.
Frente a una cocina profesional con complejos equipamientos y un riguroso estándar de calidad y limpieza, donde se preparan cientos de platos en apenas unas horas, las sensaciones son diversas. Hay quien mira de soslayo cómo bate el huevo y la clara para montar su compañero de al lado, y hay quien ya se atreve a pesar los productos en la balanza de precisión y a meterse de lleno en harina.
Estos peculiares cocineros se van soltando poco a poco con el paso de los días. Con el objetivo de «fomentar la corresponsabilidad en las tareas domesticas, que participen activamente en el cuidado y alimentación de las personas que conviven en el hogar y adquieran de nuevas destrezas que les permitan tener autonomía personal», el curso para hombres está diseñado por mujeres.
Ana Bertón, la delegada de Mujer del Ayuntamiento de Chiclana, lo tiene claro. «Es una iniciativa estupenda. Hay que animar a los hombres a perder el miedo a cocinar», asegura. Eso se ratifica con el hecho de que los alumnos tienen un perfil variado. Hay funcionarios, expolíticos, profesionales de diversa índole, desempleados. Todos los hombres parten en la misma línea de salida aquí. Todos tienen un mismo objetivo.
Las sesiones de este peculiar ciclo formativo de iniciación a la cocina y a la repostería se prolongarán los próximos tres meses y comenzaron esta pasada semana. Cada clase tiene una duración de tres horas y contarán con una pequeña parte teórica, de 30 minutos como máximo, y una pare práctica, sin duda la más jugosa para estos peculiares 'cocinillas'. En la primera, los alumnos reciben formación elemental para elaborar las recetas que se realizarán en el curso. Todas ellas se centran en platos de cocina tradicional y elaboradas con ingredientes fáciles de encontrar en cualquier mercado de la zona.
En unas cuantas semanas, la mayoría de estos cuarenta aprendices de los fogones convertidos casi en chefs de primera obtendrán un diploma que reivindique sus logros y su esfuerzo. La mayoría aprenderá nociones que le servirán para defenderse y no tener que preguntar nunca más eso de, cariño, ¿qué comemos mañana?.