Trabajo sí, negocios no

LAS NORMAS DE LA CASA DEL REY

Una máxima no escrita en la Casa del Rey dice que sus miembros pueden y deben trabajar, pero nunca hacer negocios. La infanta Elena lo intentó y no tuvo éxito. Al poco de separarse de Jaime de Marichalar constituyó una sociedad de asesoramiento. Pocas horas después de que trascendiera la noticia, el Rey ordenó su disolución. Cristina trabajó en Barcelona y lo sigue haciendo en Washington en la Obra Social de la Caixa. Las dos, al igual que su hermano, disponen de una asignación que les entrega su padre del presupuesto de La Zarzuela (8,4 millones). Nunca se ha conocido la cantidad que recibe cada uno, ya que la partida no se desglosa.

La reina Isabel de Inglaterra también tuvo que torear con el trabajo de la más joven de sus nueras, la condesa de Wessex y esposa del príncipe Eduardo, aunque por otros motivos. Sofía renunció a su puesto de directora en una agencia de relaciones públicas tras el escándalo desatado por sus críticas a políticos y miembros de la familia real. Se las grabó un periodista haciéndose pasar por un cliente.