Editorial

Pasos adelante

Nadie puede prever las consecuencias que tendría para Europa la caída del euro

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En medio de la tormenta del euro, la formación de nuevos gobiernos en Atenas y en Roma presididos por expertos y con la bendición de Alemania y la Unión Europea es una buena noticia. Tras la aprobación del nuevo paquete de medidas en el legislativo italiano, todavía hay resistencias a nombrar al antiguo comisario europeo Mario Monti presidente del Consejo de Ministros, pero la presión externa puede conseguirlo en poco tiempo. A los partidos tradicionales en Grecia y en Italia, responsables de un endeudamiento excesivo y de crear un sistema inaceptable de clientelismo y de corruptelas, les cuesta lógicamente dar paso a ejecutivos que tengan como prioridad las reformas nacionales necesarias para que sobreviva la moneda única. Lucas Papademos, el banquero central y prestigioso economista recién nombrado nuevo primer ministro griego, ha conseguido formar un gobierno de unidad nacional cuya prioridad es poner en marcha reformas estructurales y medidas de austeridad durante las próximas quince semanas, de modo que su país recupere algo de credibilidad y pueda seguir recibiendo asistencia financiera. Mario Monti, o quien finalmente encabece el ejecutivo italiano, tiene una misión similar, con el riesgo añadido de tener que evitar la caída en la inestabilidad crónica de la vida política italiana, una vez que Silvio Berlusconi por fin desaparece de la escena. Su legado es claramente negativo en el terreno económico y en el institucional, un ámbito en el que se ha servido del Estado para fines personales, amparado por su acumulación abusiva de poder empresarial, mediático y político. Mientras Grecia e Italia ensayan medidas excepcionales, la canciller Merkel pilota el salvamento del euro. Sus palabras la semana pasada fueron muy claras: si cae la moneda única, cae Europa, y nadie puede prever las consecuencias que tendría este escenario. Entramos en un territorio ignoto, en el que no tomar riesgos sería una irresponsabilidad, añadió la líder alemana. En nuestro país , aúna semana de las elecciones generales, la situación requiere responsables políticos capaz de diagnosticar bien la triple crisis de deuda, banca y crecimiento y con el liderazgo suficiente para tomar todas las medidas necesarias en muy corto plazo.