«No me tiño el pelo»
Actualizado: GuardarCon el eco aún del cara a cara con Rubalcaba. ¿Le pitan los oídos por situar los municipios sevillanos de Constantina y Cazalla de la Sierra en Cádiz?
-He estado en estos municipios y sé que están en Sevilla. Es que he cenado y he comido allí. Hasta di un mitin. Fue un lapsus. Si me invitan, estaré encantado de volver.
-Sabe una cosa. Sus rivales políticos destacan de usted que es una persona «normal» porque tiene vida personal más allá de la política. Y eso les da confianza.
-Aunque algunos no se lo crean, los políticos somos seres humanos. Me gusta la familia, el fútbol, el ciclismo... Somos gente normal.
-Con todas las papeletas para convertirse en el próximo inquilino de La Moncloa, mirará hacia arriba y no verá a nadie. ¿Está preparado para afrontar la soledad del líder?
-Ahora no, pero ahí seguramente estarán algunas cosas de las que están sucediendo a Pérez Rubalcaba. Claro, cuando estás de segundo y tercero, pues eres muy habilidoso y hasta muy listo. Pero cuando te ponen de primero y sales a la plaza, todo el mundo hace análisis hasta de tu cara y tu nariz. Ser primero y estar en el escaparate es duro. Yo ya llevo casi ocho años de presidente del PP y ya me han dicho de todo. Los calificativos se han agotado. Estoy sereno.
-Por cierto, por salir de dudas, se dice que usted se tiñe el pelo.
-Es uno de los múltiples cotilleos que circulan sobre mí. No me he teñido el pelo en mi vida. También he leído que he tenido un hijo por fecundación in vitro. Es absolutamente falso. Que no trabajo... Son tópicos, leyendas urbanas. No me afecta. Que culpa tengo yo de tener la barba blanca y el pelo negro.
-Le acompaña su mujer, Elvira. ¿Se echa de menos a la familia en campaña?
-Viene conmigo a algunos sitios. Hoy (ayer) veré a los niños. Es que llevo tres días sin verlos y se les echa de menos, claro.