ESPAÑA

OTRA CAMPAÑA ES POSIBLE

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Me parece que el cara a cara electoral lo ganó el de la barba», concluyó con sorna un habitante de Twitter a los pocos minutos de concluir la emisión del debate a dos. Las redes sociales y la televisión actuaron esa noche como potentes escenarios de la campaña del 20-N. Hoy en día, el mundo virtual y audiovisual toma el relevo a los viejos soportes electorales. Estamos viviendo una campaña de transición cuando el viejo modelo tradicional se agota y surgen nuevas fórmulas para llegar al electorado. Aunque los tediosos e inanes mítines multitudinarios se resisten a morir, millones de electores siguen el debate político en los nuevos medios. Ya no hay 'jingles' en radio ('Vota pueblo vota'), repetidos por la megafonía callejera. Se erradicó la profusa y sucia cartelería de los primeros años de democracia. Y están a punto de extinguirse los lúgubres anuncios electorales tan deprimentes como la última intervención de Arias Navarro en TVE.

Los partidos han asumido ya el cambio de modelo y abrazado las nuevas tecnologías de la comunicación, sobre todo, porque son más baratas que el sistema de propaganda tradicional. El éxito de Obama en las primarias de EE UU fue un poderoso ejemplo. En España, se hizo un ensayo en las municipales y autonómicas del 12-M, cuando socialistas y populares entraron en redes tan frecuentadas como Facebook y Twitter. Lo malo fue que después de la campaña, la mayoría abandonó la actividad. Ahora, solo permanece un puñado de políticos 'tuiteros': Patxi López, Elena Valenciano, José Antonio Griñán, Hernando y Eduardo Madina entre los socialistas; González Pons, Esperanza Aguirre, Antonio Basagoiti, Soraya S. Santamaría y Nacho Uriarte del PP. Entre los candidatos, destacan Gaspar Llamazares, Rubalcaba, Rajoy y Carme Chacón. Dicen los entendidos que Facebook es del PP y Twitter del PSOE, pero lo cierto es que ambos cuentan con miles de simpatizantes voluntarios infiltrados en ambas. Aunque no solo de perfiles viven los internautas porque, gracias a su estrategia, el PP logró el 'trending topic' de Twitter la noche del debate. Para recuperar posiciones, el PSOE retransmitió por Internet este viernes las respuestas de su candidato a preguntas de los 'tuiteros'. A Rubalcaba le costó un potosí hablar en 140 caracteres y confesó que no le gustan los titulares. Ya tiene algo en común con Rajoy.