El estancamiento del PIB sentencia el objetivo de crecimiento
José Blanco atribuye a las autonomías y al próximo Gobierno la responsabilidad de cumplir con el déficit y acometer recortes
MADRID. Actualizado: GuardarLa economía española dice adiós al escaso aliento que la mantenía en marcha y se asoma a su segunda recesión en esta crisis. La actividad se estancó en el tercer trimestre de 2011 en todas las áreas salvo el sector exterior, y el PIB registró un crecimiento nulo (0,0%) en tasa intertrimestral, según la primera estimación de la contabilidad nacional publicada por el INE. Ese resultado, cuyos detalles se conocerán el miércoles 16 (a cuatro días de las elecciones), sentencia el programa de crecimiento del Ministerio de Economía para 2011-2014, que preveía este año avances de la actividad en todos los trimestres y una subida interanual del 1,3% al cierre del ejercicio.
Con este tropezón del PIB, que ya adelantó el Banco de España en su boletín de octubre, el Gobierno tendrá que anotar otro desacierto en su balance. El pasado 13 de julio, cuando los síntomas de frenazo ya hacían temer una recaída, José Luis Rodríguez Zapatero subrayó en la sesión de control al Ejecutivo que la economía crecería de forma «suave» todos los trimestres. «Es la evolución que prevemos, y además consideramos que en los próximos trimestres, es decir, el tercero y el cuarto, ese crecimiento será algo mayor», explicó en respuesta a una pregunta de Mariano Rajoy. Los datos oficiales han arruinado esas previsiones. En el segundo trimestre el avance intertrimestral del PIB fue del 0,2% (la mitad del 0,4% de enero-marzo), y en julio-septiembre se ha producido el temido parón. Así, el crecimiento interanual de la actividad se mantiene en el 0,8%, tasa que a estas alturas del ejercicio convierte en imposible crecer un 1,3% al final de 2011.
A eso hay que sumar las dificultades añadidas que suponen cinco millones de parados -con el consiguiente gasto para las arcas públicas- y el compromiso de rebajar al 6% el déficit, que dejan al Gobierno sin margen de maniobra para estimular el crecimiento.
El Ejecutivo echa balones fuera sin dar por muerto su programa de consolidación. El ministro portavoz, José Blanco, descargó sobre las comunidades autónomas -regidas en su mayoría por el PP- la responsabilidad de que todas las administraciones cumplan la reducción del déficit proyectada. «Si cumplen las medidas anunciadas en sus planes de reequilibrio, al final del año cumpliremos los objetivos de déficit», señalo. Blanco tampoco quiso asumir los eventuales recortes en caso de que no sea así. «Si hay que adoptar medidas para 2012 y 2013, le corresponderá al Gobierno que salga de las urnas el 20-N», zanjó.
Sector exterior
Según el diagnóstico provisional del INE, la demanda externa, es decir, las exportaciones y el turismo continúan «mostrando una elevada aportación al crecimiento», aunque parcialmente compensada a la baja por la «contribución negativa de la demanda nacional». Es decir, en medio de la anemia que tiene paralizada la actividad pública y privada en el interior, es el sector exterior el que mantiene a la economía con respiración asistida.
En su último informe trimestral de coyuntura, el Banco de España fue más preciso. Atribuyó el desfallecimiento de la demanda interna al fuerte retroceso del gasto público derivado de la política de austeridad inaugurada hace un año, y a la caída de la inversión en vivienda. El regulador alertó de un horizonte con más sombras que luces, marcado por el agravamiento de la crisis de la deuda europea y el riesgo de recesión mundial.
Los organismos internacionales, entre ellos el FMI, la Comisión Europea y la OCDE, nunca se creyeron la previsión del Ejecutivo de aumento del 1,3% del PIB, que rebajaron al 0,8% y al 0,9%. Bruselas acaba de recortar su estimación al 0,7% para 2011 y 2012 por la crisis de la deuda, la desaceleración global, los recortes del sector público y el elevado endeudamiento de la Administración, las empresas y las familias. El Ejecutivo comunitario cree que el momento más sombrío será en el cuarto trimestre de este año, cuando la actividad sufrirá una recaída del 0,1%.