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Rubalcaba vaticina «recortes absolutos» con una mayoría del PP
El candidato del PSOE sostiene que el PP reducirá el gasto social no porque sea inevitable sino porque «le va la marcha»
PALMA DE MALLORCA. Actualizado: Guardar«Quien repite esa cantinela de que la sanidad pública no se puede pagar, fijaos bien, es quien siempre se lo puede pagar». Ni las pesimistas previsiones económicas de la Unión Europea para España ni el enésimo vaticinio de que este año será imposible cumplir con nuestro compromiso de déficit cambiaron un ápice el discurso de campaña de Alfredo Pérez Rubalcaba.
El candidato del PSOE se mantuvo ayer en que es posible salir de la crisis sin tocar los derechos adquiridos en los últimos años y sacó a pasear el fantasma de José María Aznar, bestia negra de la militancia socialista, para asentar la idea de que el PP ha metido la tijera en partidas del gasto autonómico como la sanidad y la educación no por necesidad real, sino porque «les va la marcha».
Alrededor de 15.000 millones de euros tendrá que recortar España el año que viene, según Bruselas, y tendrá que hacerlo con un crecimiento económico muy inferior al previsto en primavera por el ministerio de economía: el 0,7% para este año y también para el siguiente. Rubalcaba no hizo mención alguna de estos datos, pero acusó al PP de escudarse en la precaria situación económica para destruir un Estado del bienestar que, dijo, «nunca le ha gustado».
«Cuanto más poder, más recorta. Y si el poder es absoluto recortan absolutamente», dijo en un claro llamamiento a la movilización de su electorado ante las alrededor de 1.500 personas que se acercaron en Palma de Mallorca al 'Trius Teatre'.
El candidato socialista admite que es preciso perseverar en la austeridad, pero rechaza nuevos recortes en políticas sociales. Ni siquiera admite que haya que resignarse a cumplir el plan de consolidación fiscal fijado por la UE sin discutirlo.
El pasado lunes, durante el debate con Rajoy en televisión, adelantó que si fuera presidente del Gobierno reclamaría una moratoria para que se retrase en dos años, hasta 2015, la meta del 3% máximo de balance negativo en los presupuestos anuales. Y sigue convencido de que esa es la única opción viable para que, tanto España como Europa, salgan vivos de la crisis de la deuda y crezcan de nuevo.
Rectificación
Es más, Rubalcaba cree, según sostienen en su entorno, que, tarde o temprano, Bruselas (o mejor, Alemania) dará su brazo a torcer y aceptará que ha llegado el momento de aminorar el ritmo del ajuste fiscal para introducir estímulos. Una decisión por la que pelean otros muchos en la UE y que Estados Unidos defiende desde hace tiempo.
En su partido, sin embargo, no todos comparten su optimismo y hay quien asegura que será difícil convencer a la canciller Angela Merkel de que es preciso rectificar el rumbo, al menos, en un plazo breve de tiempo. En todo caso, el mensaje permite a Rubalcaba reivindicar que aún hay diferencias entre PP y PSOE.
Eso es lo que machaca mitin tras mitin y eso es lo único que cree que podrá persuadir a los tres millones de antiguos votantes socialistas indecisos de que merece la pena votarle el próximo 20 de noviembre. Los suyos dicen que lo está logrando poco a poco y, esté él convencido o no, lo cierto es que su actitud ha cambiado desde que pasó el Rubicón del 'cara a cara'.
Hasta hace unos días, Rubalcaba era meramente explicativo y didáctico. Ahora es también combativo. «Estamos en una situación muy complicada por culpa de unos tipos que especulan con su ordenador -defendió en una comida mitin en Menorca- y lo está pagando la gente injustamente porque han perdido su empleo. Tenemos la obligación de decirles que cuando en un país han cambiado la izquierda por la derecha, las cosas les han ido a peor; así ha pasado en Portugal y en Gran Bretaña», reivindicó.