El FMI cree que la crisis puede retrasar diez años el crecimiento global
Lagarde examina con las autoridades chinas las condiciones en que el gigante asiático podría ayudar a Europa
PEKÍN. Actualizado: GuardarLa directora gerente del FMI, Christine Lagarde, alertó ayer del peligro de que la crisis de la deuda europea empuje a la economía global a una «década perdida», marcada por niveles bajos de crecimiento de la actividad y desempleo alto. En un discurso pronunciado al inicio de una visita de dos días a China, la exministra francesa avisó del riesgo de caer en una «espiral de inestabilidad financiera mundial» si las principales economías del planeta no reaccionan al unísono.
Lagarde abrió su gira en el Instituto Internacional de Finanzas de Pekín, donde urgió a los políticos a actuar «con audacia» para evitar esa «década perdida». «En mi opinión, si no actuamos juntos, la economía mundial corre el riesgo de entrar en una espiral de incertidumbre e inestabilidad financiera que podría conducir al colapso de la demanda global», señaló en alusión a la crisis de la deuda soberana y al temor de que el mundo vuelva a hundirse en la recesión.
La directora del FMI subrayó que «la economía mundial ha entrado en una fase peligrosa e incierta» y avisó a sus interlocutores chinos de que, aunque en este momento los problemas se centran sobre todo en Europa y Norteamérica, Asia también podría verse contagiada en un futuro próximo. «Estamos todos en el mismo barco y nuestro destino será crecer o caer juntos», afirmó.
La responsable del organismo multilateral recomendó a las economías desarrolladas buscar un equilibrio entre la consolidación fiscal y el impulso al crecimiento, lo que supone aplicar reformas estructurales para promover la competitividad y el mercado laboral. La receta, aclaró, «difiere de un país a otro», pero todos deberán encontrar soluciones «teniendo en cuenta lo que hacen los demás».
Lagarde se refirió a la cumbre de Bruselas del 26 y 27 de octubre pasados, donde los mandatarios europeos acordaron el último plan de rescate a Grecia y apelaron a la ayuda de China y otros países emergentes como Brasil para ampliar el fondo de rescate. Considera que los pactos alcanzados constituyen «un paso en la buena dirección» e instó a los líderes del euro a llevarlos a la práctica cuanto antes.
Apoyo a Europa
La directora del FMI inició su primera vista a China desde que el pasado 28 de junio asumiera al cargo para examinar con las autoridades del gigante asiático las consecuencias de la crisis y las condiciones en que la segunda economía mundial podría ayudar a Europa mediante un nuevo mecanismo financiero ligado al FMI. Después de China, Lagarde volará a Japón. Ambos países -segunda y tercera economía del mundo, respectivamente- son los principales tenedores mundiales de reservas de divisas.
Lagarde también conminó a China a introducir modificaciones en su sistema de cambio, muy criticado por sus principales socios comerciales, que consideran que el yuan está subvaluado. «China necesita una moneda más fuerte», zanjó. Los responsables económicos chinos son reacios a aumentar la fortaleza del yuan, porque eso supondría asumir riesgos para los exportadores del país, que operan a menudo con márgenes muy estrechos.