Almudena Grandes, ayer, durante su intervención en el seminario dedicado a Mendicutti. :: ANTONIO VÁZQUEZ
conferencia 'Mendicutti o el discurso de la razón tolerante'.

Las buenas noches del escritor

Fernando Iwasaki y Almudena Grandes homenajean a Eduardo Mendicutti en el seminario dedicado al sanluqueño

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Llegaron ayer a Cádiz dos amigos del escritor Eduardo Mendicutti para recordar las «buenas noches», y días enteros, que han pasado junto al autor sanluqueño y su hilarante obra. Vinieron Fernando Iwasaki y Almudena Grandes, dos autorizados para hablar de la posición literaria y vital de un novelista «único», de los que no dejan indiferente ni a lectores ni a crítica. El Seminario de Literatura actual dedicado en su segunda edición a Eduardo Mendicutti reunió en su primera jornada a estos tres autores de relumbrón. Tras la inauguración oficial, el coordinador, José Jurado, pronunció la conferencia 'Mendicutti o el discurso de la razón tolerante'.

Le sucedió el peruano, quien desbrozó el tratamiento del erotismo en las novelas del gaditano. Se valió de cuatro ejemplos, los más «desaforados»: 'Siete contra Georgia', 'Una mala noche la tiene cualquiera', 'Yo no tengo la culpa de haber nacido tan sexy' y 'Duelo en Marilyn City'. «Destaco su literatura sin etiquetas, me da igual que los personajes sean del mismo sexo, lo que importa es que sean personas deseantes y que disfruten con regocijo del erotismo», subrayó Iwasaki.

El recurso del humor y la «gracia» especial a la hora de construir un personaje, o la habilidad para crear un lenguaje contemporáneo propio fueron otros de los temas tratados en esta jornada. Pero, sobre todo, se habló de la amistad. De la que une a Mendicutti con sus colegas, como Almudena Grandes. La madrileña habló del día en que conoció al autor de 'El palomo cojo' y de cómo a partir de ahí se convirtieron en inseparables. Sus carreras profesionales han ido tan paralelas como sus vidas, tanto, que Grandes no se lo piensa a la hora de afirmar que «es un escritor admirable para mí, uno de los hombres más importantes de mi vida».

Y contó las similitudes entre ambos a la hora de escribir. «Él es un homosexual que habla como heterosexual y yo una mujer que escribe como un hombre», destacó la autora de 'Las edades de Lulú'. Mandó recados a la crítica: «Los críticos literarios jamás hacen la crítica del libro que ha escrito el autor, sino del libro que ellos piensan debería haber escrito». Se lamentó por el poco acierto de las versiones cinematográficas de sus libros y valoró, entre otras muchas cosas, la mirada de la última novela del sanluqueño. «Para mí, 'Mae West y yo' es la mejor novela sobre el cáncer escrita en España, ahora que hay toda una cultura sobre esta enfermedad».

Acabó con dos apuntes sobre su estilo. «Su coraje, su amor a la vida matizados por su experiencia y honradez es lo que da valor a su escritura. Estoy convencida de que le falta lo mejor, que su figura será cada vez más admirada». Para eso está seminario, que hoy continúa en Filosofía y Letras y la Biblioteca Provincial.