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El nuevo asilo San José, de estreno
El traslado de los 110 ancianos se realizó ayer con normalidad y alegría; Dos de los nuevos autobuses urbanos y varias ambulancias llevaron a los mayores a las instalaciones de la calle Francisco Riba
JEREZ. Actualizado: GuardarLos 110 residentes del Asilo San José han pasado ya su primera noche en las nuevas instalaciones municipales. El día fijado para la mudanza llegó y, tras más de una semana de organización, todo marchó según lo previsto: los mayores desayunaron en la calle Taxdirt y almorzaron ya en Francisco Riba, junto a la avenida de Arcos.
«Llevan diciendo que nos vamos desde hace ocho meses y por fin nos mudamos hoy», aseguró ayer Carmen Martínez, de 80 años, al salir del viejo edificio para montarse en el autobús que la llevaría a su nuevo hogar. La ilusión de esta residente por el traslado era, además, doble, puesto que «allí cerca vive una de mis hijas y podré ir», insiste. Esta madre y abuela jugaba ayer con ventaja respecto a otros compañeros puesto que ya conocía el nuevo edificio: «Nos llevaron cuando lo inauguró la alcaldesa, aunque deberían haberlo hecho hoy», apuntó.
Por eso Carmen sabe que «las habitaciones serán ahora más grandes y tenemos el baño metido dentro». De su vida en San José, lo mejor «son las niñas, fabulosas», aseguró. Y también hay una nota negativa: «La comida es flojilla», dijo acordándose de los purés.
Pero no todos los residentes estaban tan contentos ayer como Carmen e incluso alguno de ellos derramó unas lágrimas al despedirse del barrio. Y no es de extrañar teniendo en cuenta que hay internos que llevan en el asilo más de dos décadas y se han acostumbrado a su entorno, a los establecimientos de alrededor y a darse su pequeño paseo por el centro.
Repartidos en tres ambulancias -los más dependientes-, dos vehículos adaptados y dos autobuses urbanos de los nuevos (que hicieron un par de viajes), los mayores fueron abandonando poco a poco el viejo asilo. El traslado fue de lo más animado, entre canciones típicas de excursiones escolares y el inexcusable 'Adiós con el corazón' cuando se alejaban de Santiago.
Entre aplausos
Setenta trabajadores de la fundación Asilo San José que se presentaron a colaborar en su día de descanso, otros catorce voluntarios de Cruz Roja y dos socorristas realizaron la compleja operación. A la llegada del primer autobús, se juntaron los meses de espera, las dificultades vividas y los retrasos que ha sufrido el proyecto pero también la alegría y un grupo de trabajadores y voluntarios estalló en aplausos hacia los mayores, que desfilaron hacia la entrada de la nueva sede como si se tratara de la alfombra roja.
«Ha sido una mañana relativamente tranquila, con los imprevistos propios de las personas mayores con alto grado de dependencia. Hemos tenido que atender alguna urgencia porque los nervios les afectan mucho, pero todo ha ido según lo previsto», contó la directora del asilo, Fátima Villar, que estuvo pendiente de que el operativo funcionara correctamente. La responsable, que destacó las bondades de las nuevas instalaciones, agradeció la labor de los voluntarios.
«Tenía muchas ganas de venir ya», aseguró Carmen Martínez nada más pisar su nuevo hogar. «Es estupendo», dijo en referencia al edificio. «Siempre se llega aunque hayamos tardado ocho meses», explicó antes de conocer su habitación junto a otras compañeras, entre las que hay una señora de 102 años.
La Delegación de Bienestar Social, Igualdad y Salud fue la encargada de supervisar y organizar el traslado, velando por la seguridad y bienestar de las personas mayores. También han colaborado otras delegaciones -como Infraestructuras, en el transporte de enseres, Movilidad, en el transporte de personas, y Medio Ambiente, en la limpieza de jardines-, para que el traslado al nuevo centro se produjese en la mejores condiciones.
Espacioso
El Centro de Acogida San José está destinado a albergar un total de 110 residentes, todos ellos asistidos. Consta de un total de 4.884,37 metros construidos en dos plantas: baja y primera. Las instalaciones están dividas en varias zonas de servicios comunes: recepción, administración, atención medico sanitaria, salones (dos en cada planta), comedor, control de enfermería, salas de visitas, sala de velatorio, baño geriátrico, jardines, patios y dormitorios. Asimismo, el nuevo edificio alberga un sector de atención especializada con una zona de terapias compuesta de sala de fisioterapia, sala de terapia ocupacional, sala de estimulación psicológica, sala de tiempo libre y sala de informática.
Finalmente, el nuevo centro dispone de una zona de servicio que acoge lavandería, cocina, almacenes, mantenimiento, cuarto de basura, ropería, vestuarios de personal, aseos, sala de descanso y montacargas con acceso directo a comedores de plantas.