La familia de José Quijada, durante una de sus manifestaciones en Cádiz. :: FRANCIS JIMÉNEZ
CÁDIZ

«Mi marido no se fue por su cuenta y estoy segura de que algo le ha ocurrido»

La esposa de José Quijada desconfía de la Policía de Marruecos, de la que depende parte de la investigación sobre el paradero del empresario

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La última noticia que tiene sobre la búsqueda de su marido, se la ofreció este periódico la semana pasada, cuando en estas mismas páginas se publicaron las últimas pistas que había seguido sin éxito la Policía Nacional para dar con el paradero del empresario gaditano José Quijada. Unos indicios, que como ya informara LA VOZ, no condujeron a ninguna respuesta. Las informaciones que apuntaban a que el dueño del Bazar Séneca había sido visto en la localidad de Agadir, concluyeron en el mismo punto de partida. Su esposa, Isabel Fernández, está convencida de que José no se marchó por su propia voluntad y que le ocurrió algo en terreno marroquí. La espera, que va camino de cumplir el aniversario, la está destrozando a ella y a su familia.

«Esto es un sin vivir. Solo pedimos que aparezca, para bien o para mal, pero que podamos descansar. No saber absolutamente nada, me mata». Isabel ha acompañado durante 15 años a su marido en los viajes que hace regularmente a Marruecos para comprar mercancía y por eso conoce bien ese terreno, donde se perdieron sus huellas el 18 de diciembre del año pasado. «Mi esposo es muy confiado. Era capaz de subir a un desconocido que hace autoestop para ayudarle. No me extrañaría que cuando iba a regresar con la mercancía, le atacaran. Pero irse sin avisar, eso nunca lo haría. Mi marido no sabía vivir sin mi», recuerda entre sollozos Isabel, quien duda de la eficacia de la Policía marroquí.

Colaboración obligada

Y es que en las autoridades de Marruecos recae buena parte de la investigación que se mantiene abierta. Cada indicio que llega a los agentes de la Policía Judicial de San Fernando, donde se presentó la denuncia por desaparición, tiene que ser corroborada por la Gendarmería del país vecino. «Yo los he visto trabajar y sé que hay mucha gente corrupta. No me fío de ellos. Si a mi marido le hubiera pasado algo en España, seguro que ya habría aparecido. La Policía de aquí peinó varias veces el camino de vuelta desde el puerto de Algeciras y no encontraron nada. Estoy convencida de que mi esposo no se subió al ferry con destino a España».

También duda de la información facilitada por Marruecos, la cual señala que José Quijada llegó a sellar su pasaporte al reingresar en el puerto de Tánger-Med para embarcar hacia la costa española ya por la tarde. «No nos han enseñado ni un solo papel que demuestre eso. ¿Por qué debería creerlos si su coche no consta en ningún listado de pasajeros de las navieras?».