Policías nicaragüenses hacen cola a las puertas de un colegio electoral para depositar su voto en los comicios de ayer. :: ESTEBAN FELIX / AP
MUNDO

Ortega, más cerca de perpetuarse en el poder

Los nicaragüenses acuden masivamente a las elecciones generales en una jornada tranquila

LA HABANA. Actualizado: Guardar
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Miles de nicaragüenses hicieron ayer largas colas desde temprano para participar con normalidad en las elecciones generales. Según las encuestas, el 48% confirmará al actual mandatario para su tercer mandato en los últimos 27 años. Mientras tanto, su rival y opositor liberal Fabio Gadea intentaba reducir los 18 puntos de distancia al enfatizar que si gana el líder sandinista se perpetuará en el poder. Según la ley electoral, el ganador necesita un mínimo del 35% de apoyos y más del 5% de ventaja sobre su rival.

La masiva afluencia a las urnas, a las que estaban convocados 3,5 millones de electores mayores de 16 años, definió la jornada y la normalidad fue confirmada por el jefe de la misión de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA), el excanciller argentino Dante Caputo, quien rechazó las acusaciones en torno a la ilegalidad de la candidatura de Ortega.

El día transcurrió con normalidad, pese a las violentas protestas del viernes en el norte del país que dejaron 17 heridos entre opositores que no habían recibido sus cédulas electorales y seguidores 'orteguistas' y la denuncia acerca de la inconstitucionalidad de la candidatura del líder sandinista. Activistas por la Democracia, opuestos al oficialismo, insistían en que cerca del 10% de los votantes de partidos contrarios al oficialismo no iban a poder sufragar porque no habían recibido sus documentos.

Ortega, próximo a cumplir 66 años, es el líder del izquierdista y cincuentenario Frente Sandinista de Liberación Nacional (FLSN) y muestra una flema británica ante quienes lo acusan de liderar «un capitalismo salvaje, manejado con un disfraz de izquierda». Sus críticos recuerdan que la familia Ortega-Murillo es propietaria de un medio de comunicación y del hotel más popular de Managua.

Pero Daniel Ortega cuenta con el apoyo de los más pobres, a quienes estimula con programas sociales financiados con petrodólares venezolanos para que no le fallen en las urnas y le garanticen otros cinco años en la presidencia. Una masa de electores muy amplia porque el pequeño país centroamericano es el segundo con menos recursos del continente después de Haití.

12.960 mesas de votación

Al veterano empresario radiofónico y su principal contendiente, Fabio Gadea, la posibilidad de que el actual presidente se mantenga en el poder le da sarpullido. Por eso no se cansó de advertir ayer también que Ortega quiere este nuevo plazo para volver a reformar la Constitución a su medida y en su propio beneficio.

Las urnas abrieron a las 7 de la mañana (13.00 GMT) en la mayoría de los más de 4.200 colegios electorales donde había 12.960 mesas. Los centros de votación debían cerrar sus puertas once horas después o incluso más tarde si hubieran votantes todavía pendientes de elegir además del presidente, un vicepresidente, 90 diputados a la Asamblea Nacional y 20 representantes al Parlamento Centroamericano (Parlacen).

Uno de los electores más madrugadores fue el arzobispo de Managua, monseñor Leopoldo Brenes, quien llamó a todas las formaciones a no «apresurase a cantar victoria» mientras no se dieran a conocer los datos oficiales.

También se dirigió al Consejo Supremo Electoral (CSE) para que cuente bien todas las papeletas. La oposición, no obstante, desconfía de esta institución, a quien responsabiliza de haber avalado un fraude en los últimos comicios regionales.