Quinto cara a cara por la presidencia
Los duelos entre los candidatos alcanzan audiencias millonarias y figuran entre los programas más vistos
MADRID. Actualizado: GuardarSerá el quinto debate entre candidatos a la presidencia del Gobierno. Estos duelos nunca faltan en los procesos electorales de muchos países europeos y americanos, en algunos incluso está regulado por ley, pero en España hubo que esperar hasta 1993 para ver el primero y aguardar otros 15 años para que se repitiera. El que mantendrán hoy Alfredo Pérez Rubalcaba y Mariano Rajoy no tiene la expectación de los anteriores, pero a buen seguro congregará a millones de personas ante la pantalla.
El primero se celebró el 24 de mayo de 1993 entre Felipe González y José María Aznar en Antena-3 y, contra pronóstico, el candidato del PP derrotó sin paliativos al entonces presidente. «Este tío aguanta un debate», comentaría después un González que había menospreciado la talla del adversario y se presentó en el plató mal dormido y apenas preparado.
Para el segundo, celebrado en Telecinco el 31 de mayo, el líder socialista se entrenó con José María Maravall y fue otra cosa. González defendió sus diez años de modernización del país. Aznar alegó que había llegado el momento del cambio. Las encuestas posteriores dieron la victoria al jefe del Ejecutivo.
La audiencia demostró que los debates interesan. El primero tuvo 9,6 millones de espectadores, el 62% de la cuota de pantalla. El segundo subió más el listón y lo vieron 10,5 millones, con una cuota del 75%. Lo nunca visto hasta que llegaron los éxitos futbolísticos de España en la Eurocopa de 2008 y el Mundial de 2010 en Sudáfrica.
Aznar rehuyó los debates. Se negó a mantenerlos en 1996 y 2000. Mariano Rajoy tampoco aceptó el desafío en 2004 y luego confesó que cometió un error. José Luis Rodríguez Zapatero retomó el formato en 2008 y por partida doble, se enfrentó con Rajoy el 25 de febrero y el 3 de marzo. De aquellos enfrentamientos quedan recuerdos para la historia, como el cinematográfico «buenas noches, buena suerte» con que se despidió Zapatero; y la poco afortunada, según los expertos, metáfora de «la niña» de Rajoy. El presidente ganó ambos duelos, a tenor de lo que dijeron todas las encuestas posteriores.
Volvió a comprobarse que los cara a cara interesan. El primero alcanzó la cifra récord de 13 millones de espectadores, con una cuota de pantalla del 59%, mientras que el segundo se quedó con 12 millones de personas frente a la televisión, con un 56% de cuota.