ESPAÑA

Rajoy arrasa, Rubalcaba se hunde

El sondeo electoral del CIS otorga una holgada mayoría absoluta al PP y un severo revés al PSOENi la mitad de los simpatizantes socialistas repetirá su voto mientras que la fidelidad de los populares es casi total

MADRID. Actualizado: Guardar
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Todo va a ser histórico el 20 de noviembre. Mariano Rajoy va a conducir al PP a los mejores resultados de toda su existencia con una muy amplia mayoría absoluta de entre 190 y 195 escaños, y Alfredo Pérez Rubalcaba va a capitanear el viaje del PSOE a su menor representación parlamentaria con entre 116 y 121. Esta es la radiografía que se obtiene de la encuesta electoral del CIS, que asigna también 13 diputados a CiU; ocho a IU-Iniciativa per Catalunya; tres a UPyD, otros tres al PNV e igual cifra a Esquerra republicana y a la candidatura de la izquierda abertzale, Amaiur; dos al Bloque Nacionalista Galego y a Coalición Canaria; y uno a los ecologistas de Equo aliados con Compromís y al Foro Asturias de Francisco Álvarez-Cascos.

El sondeo confirma las peores expectativas de los socialistas y las mejores de los populares. Rajoy batirá la marca de José María Aznar en 2000, cuando alcanzó los 183 diputados, y Rubalcaba, si el escrutinio se decanta por la parte inferior de la horquilla, quedará por debajo del peor resultado de Felipe González, 118 escaños en 1977. Un éxito por todo lo alto para el candidato del PP y un fracaso por todo lo bajo para el del PSOE. El líder popular, siempre que se confirmen los resultados de la encuesta efectuada en su mayor parte antes del anuncio del cese definitivo de la violencia de ETA, podrá gobernar muy cómodo en solitario.

El estudio del CIS muestra escasas diferencias con las prospecciones efectuadas por los medios de comunicación privados, que en todos los casos dan la mayoría absoluta a los populares. Solo introduce un elemento novedoso, el porcentaje de indecisos: el 31,5% de los ciudadanos consultados no ha decidido aún a qué partido va a votar. El portavoz del Gobierno se aferró a este dato para insinuar que la suerte todavía no está echada y que puede haber un acortamiento de la diferencia. «Es un dato de muchísima importancia», apuntó José Blanco, que casi uno de cada tres electores, en torno a ocho millones y medio de personas, no tengan tomada una decisión.

Algo parecido dijo desde la ciudad francesa de Cannes, donde acudió a la reunión del G-20, el presidente del Gobierno. «El trabajo de la campaña tiene gran importancia» para el resultado electoral y el 20 de noviembre se podrá apreciar el fruto de esa labor, comentó José Luis Rodríguez Zapatero. En cambio, el portavoz del PP, Esteban González-Pons, desconfió de la encuesta porque, a su juicio, está hecha para «dar pena» por los socialistas y movilizar a sus votantes, y desmovilizar a los populares. «La cocina -comentó- huele a tostada».

El triunfo que el CIS atribuye a Rajoy se cimenta más en el descrédito gubernamental que en los aciertos propios, como sucede casi siempre. Solo un 5,5% de los ciudadanos cree que la gestión del Ejecutivo socialista ha sido buena o muy buena, mientras que seis de cada diez dicen que ha sido mala o muy mala. La oposición del PP no sale mucho mejor parada; el 49% considera que su trabajo opositor ha sido malo o muy malo y apenas un 11% dice que ha sido bueno o muy bueno. Es decir, que su papel fiscalizador tiene una contribución modesta en el previsible éxito electoral.

Fidelidad popular

Pero más allá de lo que haya hecho uno u otro en esta legislatura, la clave de las buenas expectativas de Rajoy está en la fidelidad de su electorado a pesar de que su figura no despierta pasiones entre los suyos. Ocho de cada diez de los votantes del PP tiene ya decidido el sufragio, y de ellos el 86% repetirá papeleta. Un panorama muy distinto del que tiene Rubalcaba; seis de cada diez votantes socialistas ya han resuelto a qué partido apoyarán, pero solo el 45% volverá a dar su voto al PSOE, menos de la mitad.

Entre los socialistas desengañados, el 13,4% va a respaldar al PP, el 4,8% a IU y el 2,1% a UPyD. El 17% dice que aún no lo sabe. Una fuga de votos que puede agudizarse porque el 35% de los simpatizantes del PSOE que figuran en el colectivo de indecisos duda entre Rubalcaba y Rajoy, y apenas uno de cada diez se mueve en la disyuntiva de votar PSOE o IU. Los populares, por contra, apenas tienen deserciones en su electorado; el 5% todavía no ha decidido a qué partido votará y el 1,5% se inclinará por UPyD. Las fugas hacia otros partidos son despreciables, por ejemplo el 0,6% se va a ir con los socialistas.

Parece obvio a la luz de las cifras y las estimaciones que el candidato socialista tiene ante sí una tarea casi imposible, y esa es la sensación general. El 82% de los ciudadanos cree que va ganar el PP, y más de la mitad, el 54%, piensa que lo hará con mayoría absoluta, mientras que un escueto 4,2% espera que venza el PSOE. Pero el problema para Rubalcaba es que esa sensación también está muy extendida entre los seguidores socialistas, ocho de cada diez ya ven a Rajoy instalado en la Moncloa, y la mitad considera que disfrutará de mayoría absoluta. Los porcentajes entre los simpatizantes del PP ante estas preguntas son apabullantes y bordean el 100%.

El deseo de cambio también aflora. La tercera parte de la población prefiere que ganen los populares por poco más del 20% que quiere que venzan los socialistas. Incluso entre los simpatizantes del PSOE hay un 15% que ve con buenos ojos que Rajoy sea el próximo presidente del Gobierno. Más igualadas están las preferencias sobre la contundencia de la victoria del PP: el 44% cree que lo mejor es que Rajoy disfrute de mayoría absoluta, por un 43% que defiende que no la tenga y esté obligado a pactar con otras fuerzas en el Parlamento. Pero también aquí se comprueba el hastío de los votantes del PSOE porque una tercera parte de ellos prefiere que el PP tenga la mitad más uno de los escaños del Congreso.