Durante el paso de la marcha por el domicilio de Juan Polanco se vivieron momentos de tensión. :: J. M. A.
Chiclana

La plantilla de Polanco agota los plazos en defensa de sus empleos

Antes de la protesta de ayer por las calles de Chiclana, los sindicatos anunciaron que pedirán a la jueza que paralice el expediente de extinción

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Bajo un fuerte pero intermitente aguacero, los trabajadores de Maderas Polanco protestaron ayer por las calles de Chiclana contra el cierre de la empresa y la pérdida de sus puestos de trabajo, derivado de la presentación de un concurso de acreedores hace un mes por la firma.

Respaldados por políticos de IU y PSOE, y encabezados por los representantes sindicales de UGT y CC OO, los empleados protagonizaron cánticos contra la empresa y su fundador, Juan Polanco, que se hicieron más sonoros y virulentos al paso de la marcha por la vivienda de éste en la Huerta Alta.

Precisamente en esta zona se produjo un conato de enfrentamiento entre algunos empleados que participaban en la protesta y agentes de las fuerzas del orden que los aguardaban en este punto, que no pasó a mayores. Tras varios minutos de tensión y el lanzamiento de algunos petardos, la protesta continuó sin incidencias reseñables.

Hay que señalar que en la fachada del inmueble de la familia Polanco han aparecido en los últimos días varias pintadas alusivas a la crisis de la empresa. En una de ellas, incluso, se llama «traidor» al empresario maderero, y se le pide que se vaya de la ciudad.

Durante su recorrido en manifestación, los trabajadores volvieron a esgrimir ayer nuevamente consignas como «dónde están los millones», o «Polanco, ladrón», y mostraron su hartazgo por una situación que según sus propias palabras llevará a casi 300 familias a una situación límite.

Antes de comenzar la marcha de protesta en la Alameda del Río, los representantes de los sindicatos UGT y CC OO anunciaron que en los próximos días tienen previsto formalizar una petición a la jueza de lo Mercantil de Cádiz que incoa el expediente concursal de Maderas Polanco, para que «paralice la aplicación del expediente de extinción de empleo cursado por la empresa». Para los sindicalistas, «la empresa ya ha tirado la toalla, y da por hecho el cierre de la fábrica y el final de la actividad, mientras los trabajadores están haciendo propuestas y tratando de buscar una solución para evitar la pérdida de casi 300 empleos». El siguiente paso a dar por la plantilla será la petición de una reunión con representantes de la Junta y la Agencia Idea, al objeto de conocer si este organismo tendría posibilidad de realizar un aporte económico de urgencia para salvar al grupo maderero.

Tampoco se descartan nuevos encuentros entre comité y empresa para tratar de avanzar en una posible salida a la crisis laboral de una de las empresas señeras del municipio desde hace décadas.