El periodista escribe en la actualidad el blog 'El ojo izquierdo'. :: LUIS ALBERTO GARCÍA
ENTREVISTA

«Denuncio un tipo de periodismo, no la ideología que defiende»

El exdirector de CNN+ presenta en la APC su último libro, 'Las mil frase más feroces de la derecha de la caverna' José María Izquierdo Periodista y escritor

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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No teme a nadie y mucho menos a las rebeliones que un libro tan comprometido como sus 'Mil frases más feroces de la derecha de la caverna' pudieran suscitar entre las personas que son blanco de sus críticas. El periodista, exdirector de CNN+ y los informativos de Cuatro, y responsable del blog 'El ojo izquierdo' de El País presenta hoy en la APC este volumen prologado por Iñaki Gabilondo.

-¿La referencia en su libro a la caverna tiene que ver con el sentido platónico?

-No para nada, no le haga favores a esa gente. El sentido de la caverna es el de los trogloditas, sin más.

-¿Cómo se le ocurrió compilar en un libro las 1.000 frases más feroces de ese lado de lo que usted llama caverna?

-Desde 2010 repaso la prensa diario en el blog 'El ojo izquierdo' y también he publicado 'Los cornetas del Apocalipsis'. En él hablaba de los más conspicuos de esa derecha, como Federico Jiménez Losantos, Sánchez Dragó o Isabel San Sebastián, entre otros. Así que pensé que resumir ambas cosas en un libro sería muy oportuno, que podía ser una manera de documentar por escrito y facilitar su consulta a aquellos que estén interesados en comprobar cuál es el estilo de periodismo que hace esa gente.

-Ha escogido unos temas y un tiempo muy concretos...

-El libro está dividido en 12 capítulos, según los temas que más trata esta gente. Sus obsesiones con Zapatero y Rubalcaba, los nacionalismos, el aborto... A cada uno le he puesto un título muy claro. Por ejemplo: 'El inútil más inútil de todos los inútiles' (para Zapatero); 'España se rompe' o 'Vendidos a ETA' (nacionalismos). El libro lo cerré el 1 de septiembre y desde entonces ellos han seguido a lo suyo, pero es que ya no sabría qué frase quitar...

-¿Se ha visto exacerbado ese asedio del que habla en los últimos tiempos?

-Esta manera tan zafia de hacer periodismo ha ido 'in crescendo'. Ya a principios de los 90 el catedrático Javier Pérez Royo avisaba de que todo había empezado con la pérdida por parte de la derecha de las elecciones. No lograron vencer en el 93, pero sí en el 96, gracias, tal y como reconoció Ansón, a la conspiración que un grupo de medios llevaron a cabo contra el 'felipismo'. Ansón incluso reconoció que eso puso en peligro la estabilidad del Estado. En esa época servía todo y se calmó con la llegada al PP al Gobierno. Cuando volvieron a perder en 2004 empezaron la campaña de los trenes y, tras la derrota en 2008, todo se recrudeció. Cada vez el lenguaje está más envilecido.

-Y en la izquierda de esa caverna, o en la izquierda a secas, ¿no se encuentran ese tipo de frases también?

-Creo que no, al menos no tantas. Pero el que quiera que las busque y haga también un libro.

-Con esa respuesta, ¿no teme que le tilden de sectario?

-En absoluto. Dicen que hago censura pero yo simplemente hago lo que me da la gana. En el libro hay dedicadas a Zapatero 120 frases, dudo de que la llamada prensa de la izquierda, que habría que preguntarse si existe, haya llamado a Rajoy miserable, canalla o asesino. No tengo ningún empacho en decir que no soy neutral, que el que quiera que haga el trabajo inverso, pero no voy a ser yo.

-¿Pretende llamar la atención de esos medios de comunicación y de esos periodistas, revolverles la 'conciencia'?

-Lo que pretendo es dar a conocer un tipo de periodismo que la gente no lee y no sabe lo zafio que es. Los que leen o escuchan otros medios no saben qué hay detrás de esos periódicos y radios que, por otra parte, no son webs clandestinas ni mucho menos, sino medios nacionales. Esta gente dice cosas iguales a otros, pero no es verdad, son groseros, viles, insultantes. Yo denuncio ese tipo de periodismo, no la ideología que defiende, critico la forma que tienen de expresarla.

-¿Tiene viso de que se acabe o al menos merme esa tendencia?

-Va a acabar en cuanto la derecha vuelva a ganar las elecciones. Entonces seguro que bajan el pistón. Aunque algunos seguirán, como Jiménez Losantos, que encarna algo parecido al 'Tea Party' estadounidense. En estos casos se junta todo, la ideología, el egocentrismo y el dinero, y hace que esas personas sientan el insulto como una droga.

-Al menos no ocurre solo en España, ¿no?

-En España se dan unas circunstancias de zafiedad general, ya se ve en la telebasura, en los programas que tienen mayor audiencia. Eso es muy español, sí, pero en todo el mundo hay una tendencia derechizante. En Europa dominan los neoliberales y en EE UU el 'Tea Party' es tan reaccionario, pero tanto, de una manera casi increíble... En este conglomerado mundial hay otros medios del estilo como la Fox, de Rupert Murdoch, pero por supuesto no tan grosero ni escatológico como los españoles.

-Como periodista y director de informativos, ¿se ha visto alguna vez obligado a echar atrás alguna noticia o frase?

-Muchísimas, para eso se nos paga, para quitar noticias y artículos, yo he censurado muchísimos porque insultaban, no tengo ningún empacho en reconocerlo. El director es responsable de lo que se publica y si hay alguien que se sale de la línea, pues se le quita. Es cuestión de sentido común, los medios tienen un ideario concreto y hay muchos columnistas que se olvidan de ello, piensan que han realquilado un espacio y pueden decir lo que quieran. Un director debe mantener la unidad y la dignidad de un periódico. No es un problema de censura, yo no iba a permitir que se insultara o que no se contrastara una información, es cuestión de rigor.

-Para acabar, un repaso a alguna de las frases del libro. ¿La más horrible?

-Una de César Vidal: 'José Luis Rodríguez Zapatero le bajó los pantalones al Estado de Derecho para que ETA le sodomizara'.

-¿Alguna que pueda ser entendida?

-Muchas, desde la ideología en la que se pronuncian. El problema no es el fondo sino la manera en que lo dicen. Son reaccionarias y pierden la razón que pudieran tener.

- ¿Y la más sorprendente?

-Las que más me han sorprendido son las que tienen que ver con su autor. No pensé que en la nómina de los más reaccionarios estuviera Carlos Herrera, por ejemplo.