El órdago más peligroso de los lanzados por Grecia
Papandreu lleva al extremo su plan para lograr legitimidad interna
Actualizado: Guardar¿Se ha vuelto loco Papandreu? Esta es la pregunta que circula por Europa desde que el primer ministro griego anunció su intención de convocar un referéndum sobre el rescate de la UE. Sería en diciembre, según avanzó ayer el Gobierno griego, que añadió que dinero en caja hasta mediados de ese mes. Parece un suicidio, pues a priori vencería el 'no', ante los ajustes extremos que exige la UE, con la consiguiente quiebra de Grecia y el caos de la zona euro.
Yorgos Papandreu siempre ha sido sensato y metódico. Ha jugado un órdago descabellado porque ha llegado a un punto de máxima desesperación ante la oposición en su país, tanto en la calle como por parte de sus rivales políticos y su propio partido. La oposición de Nueva Democracia, la formación de centro-derecha de Antonis Samaras ha sido demagógica y sin cuartel.
La jugada de Papandreu busca, sobre todo, poner contra la pared a la oposición para que se retrate, tras negarse a un Ejecutivo de unidad nacional. Algo ha conseguido, porque Samaras ya ha pedido al presidente del país que impida la consulta.
Papandreu llegó al poder en 2009 con la idea de renovar Grecia y se encontró con las cuentas falseadas. Tuvo que adoptar una hoja de ruta de durísimos recortes e impuestos, marcada desde la UE, el FMI y el BCE. Al principio los griegos asumieron la situación, pero no se ve salida al túnel y al cabo de dos años el crédito se ha acabado. En los sondeos Papandreu se desploma.
Pero como en todo órdago, reina el suspense. La convocatoria del referéndum requiere la aprobación del Parlamento y no es seguro el apoyo de todo el Pasok a Papandreu. Ahora mismo solo contaría con 152 escaños sobre 300. Es decir, a lo mejor al final no hay referéndum. Es más, a lo mejor es Papandreu el que no llega al referéndum, porque mañana afronta una moción de confianza con esos números en la cámara.