MUNDO

Santos liquida los servicios secretos colombianos

Crea una nueva agencia en sustitución del DAS, cuestionado por casos de espionaje y venta de información a grupos paramilitares

LA HABANA. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La rúbrica del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, selló ayer de madrugada una importante reforma del Estado al acabar con los 58 años de vida del Departamento Administrativo de Seguridad, el DAS, una entidad muy cuestionada en los últimos años por los espionajes ilegales de jueces, políticos y periodistas durante el mandato del expresidente Álvaro Uribe. En el mismo acto, Santos creó la Agencia Nacional de Inteligencia, un ente civil adscrito a la presidencia cuyas únicas funciones serán la inteligencia y contrainteligencia.

«El caso del DAS no es una transformación ni una reforma; es una liquidación: se suprime el DAS», dijo el mandatario, que no obstante aprovechó la ocasión para defender el ya extinto organismo. Se ha «satanizado mucho» y de manera «injusta» a la gente del DAS, apostilló: «Muchísimos justos no deben pagar por unos pocos pecadores».

Los escándalos han afectado al DAS por escuchas telefónicas, pero también por denuncias de venta de información confidencial a guerrilleros, paramilitares, narcotraficantes y gobiernos extranjeros. La revista 'Semana' denunció que el DAS estaría también detrás de atentados contra políticos.

Las funciones de migración, protección personal y antecedentes judiciales pasarán a los Ministerios de Relaciones Exteriores y del Interior, la Fiscalía General de la Nación y la Policía nacional. Y 3.000 funcionarios pasarán al Cuerpo Técnico de Investigaciones de la Fiscalía; 800, al ministerio de Relaciones Exteriores; 600, al de Interior; y 400, a la Policía nacional.

El desmantelamiento del DAS se completará el 31 de diciembre. Entre tanto, sus archivos serán custodiados por la Procuraduría General de la República, que «irá depurándolos» hasta que se «garantice la idoneidad y el secreto», y luego se trasladarán «a quien corresponda su administración».