La breve singladura de EE UU en la Unesco
Actualizado: GuardarLa suspensión de la ayuda financiera estadounidense a la Unesco constituye la primera advertencia real de la gran potencia mundial a la ONU: toda agencia de esta organización que reconozca a Palestina como miembro perderá los dólares de EE UU, que siempre contribuye con la mayor aportación individual -hasta un cuarto del presupuesto-. La decisión del Gobierno estadounidense no es discrecional, pues sendas resoluciones del Congreso -de 1990 y 1993- obligan a la Casa Blanca a suspender de inmediato la financiación pública de los organismos que admitan a Palestina como miembro de pleno derecho. En total, la institución para la educación, la ciencia y la cultura de Naciones Unidas dejará de ingresar hasta 80 millones de dólares (casi 60 millones de euros) al año. La mayor parte de ese monto debía abonarse antes de fin de año.
Estados Unidos vuelve así al lugar que le corresponde, celebraba ayer el editorial de 'The Wall Street Journal', en referencia a la retirada del país de la Unesco en 1984 por orden del presidente Reagan. Entonces se arguyó como causa el «antiamericanismo congénito» del organismo, un sentimiento muy extendido en algunos estamentos que no entienden por qué su Gobierno financia una institución que en aras del proteccionismo cultural, por ejemplo, «da coartada a Francia» -recordaba el rotativo financiero- para prohibir la importación de vinos californianos.
La retirada del gigante norteamericano pone en una tesitura incómoda al presidente Obama, partidario de dirimir los asuntos internacionales en el seno de la ONU frente a la unilateralidad de las administraciones anteriores.